Amy (La chica detrás del nombre)
El 23 de Julio de 2011, Amy Winehouse fallecía en su casa de Londres con sólo 27 años, sumándose al “club” de famosos que nos han dejado a esa edad. Hasta llegar a este fatídico desenlace, la cantante británica disfrutó y sufrió una exitosa carrera musical que le llevó a conquistar las listas de ventas de todo el mundo. Cuatro años después de su muerte, el pasado mes de julio se estrenaba el documental Amy, la chica detrás del nombre que repasa la vida de esta artista y que ha conseguido una nominación a los Oscars 2016. A parte de la nominación de la academia americana, ‘Amy, la chica detrás del nombre’ ha estado presente en otros importantes premios como los Bafta o los Premios del Cine Europeo y ha conseguido una recaudación récord en varios países.
Pocas cosas quedan de la cantante que no se sepan o que no se hayan dicho. Sin embargo, a pesar de ser un fenómeno musical tan reciente, el documental dirigido por Asif Kapadia consigue mostrarnos imágenes inéditas de Amy y videos domésticos nunca vistos hasta la fecha, combinadas con cortes de actuaciones y conciertos que todos hemos visto. Se trata de contraponer ambos lados de la artista: la Amy pública y la Amy privada. Las voces en off de sus familiares y amigos nos van narrando y nos cuentan cómo se enfrentaba la británica a sus buenos y malos momentos. Entre los narradores encontramos a sus managers y productores, padres, amigas de la infancia, artistas que trabajaron con ella… en resumen, las personas que mejor la conocían y que más tiempo compartieron con ella.
Como era de esperar, una gran parte del documental está dedicado a sus problemas con el consumo de drogas y el alcohol y a la complicada relación con Blake Fielder, con quien llegó a casarse tras un tormentoso noviazgo. Se traza el perfil de una chica de fuerte carácter, muy dependiente de los demás y con muchas inseguridades pero con una gran sensibilidad que no pudo tomar las riendas de su vida. También es cierto que gran parte de su entorno no le ayudó a tomar esas riendas. Nadie pone en duda su talento artístico pero fue incapaz de gestionar su enorme éxito y se vio desbordada por la fama, una fama que agravó sus adicciones. Amy Winehouse tenía una voz, una manera de interpretar y una capacidad para componer que han hecho historia en la música a pesar de su corta existencia. En general me ha gustado el documental pero supongo que este tipo de documentales tan personalistas tienen como público objetivo a fans y seguidores de la protagonista en cuestión. Pero, también es una buena manera de conocer el lado más íntimo de la cantante y entender mejor su historia, dejando de lado los prejuicios que sus críticos puedan tener.
