Ant-Man
Se lo que estaréis pensando: una película de un superhéroe que su poder es encogerse…¿que atractivo tiene eso? Pues os diré que es una de las sorpresas del año en cuanto a Marvel Studios se refiere, que ha conseguido hacer una cinta de lo más entretenida y divertida. A mi particularmente el personaje en cuestión no es que sea al que mas sigo en los cómics (aunque sí he leído bastante él), pero la película ha conseguido cautivarme totalmente. A continuación os cuento el porqué.
Puesto en libertad después de haber cumplido condena Scott Lang (interpretado por Paul Rudd) intenta encauzar su vida alejándose de su vida como ladrón, que fue con lo que termino en la cárcel. Él creía que no sería difícil, pero nadie se fía ya de un exconvicto y menos con su ficha, así que después de mucha insistencia de su antiguo compañero de celda Luis (Michael Peña), decide dar un golpe para así poder pagar la manutención de su hija. Un golpe que en principio parecía fácil no esconde más que misterios, como ¿por qué una caja fuerte tan eficiente para solo guardar un traje y un casco? Las respuestas las tenia Hank Pym (Michael Douglas), dueño de la casa del robo que él mismo propicio, que en su día dimitió de SHIELD porque querían usar sus aplicaciones científicas a mayor escala. Esa tecnología se encuentra en el traje y el casco aparentemente inservibles, que confieren a uno la capacidad de hacerse diminuto, al tamaño de una hormiga, y con la fuerza de una también (50 veces su propio peso). Pym quiere que Lang como Ant-Man lo sustituya pero necesitará versarse en el manejo del traje, para ello contarán con la ayuda de Hope Van Dyne (Evangeline Lilly), hija de Hank Pym, que se distanció de él tras la misteriosa muerte de su madre, de la cual ella no sabe como ocurrió. El objetivo de este equipo, al que también se les une el equipo de Luis, es robar el traje Chaqueta Amarilla (el cual es una traducción pésima, ya que Yellowjacket se refiere a una peligrosa avispa norteamericana) que contiene tecnología aplicada de Hank Pym indevidamente y es propiedad de Darren Cross (Corey Stoll) antiguo pupilo de Pym. Por supuesto el robo no será nada fácil y acabará con el enfrentamiento de estos dos discípulos.
En la película se nota un poco de esencia de la que hubo a raudales en Guardianes de la Galaxia, y es de agradecer, ya que así se hace este superheroe digerible, que para muchos no lo era y por ello son reacios a ir a verla al cine, siendo como es en los cómics uno de los miembros fundadores de Los Vengadores. El elenco de actores es bastante bueno en mi opinión, ya que Paul Rudd sirve tanto para humor como para algo de drama (pero sin pasarse) y el personaje, que es algo menos serio que el Hombre Hormiga original (Hank Pym), le va como anillo al dedo. Y que hayan elegido a Evangeline Lilly como Hope Van Dine no podría hacerme más feliz (desde Perdidos me tiene enamorado), a la que, creedme que, volveremos a ver en otras pelis de Marvel Studios. La banda sonora tiene algún tema bastante bueno, pero por lo demas no despunta demasiado, la típica épica infundida en películas superheroicas. Lo que sí que es destacable es la cantidad de cameos y referencias de personajes y demás de otras películas, sin por ello estropear el argumento de esta.
En definitiva, una película que para mi se ha posicionado como una de mis favoritas de Marvel Studios (junto con Los Vengadores y Guardianes de la Galaxia ) lo cual tiene mucho merito ya que yo fui al cine con expectativas de ver una película más de este estudio de cine, y salí más que satisfecho. Y por cierto, a falta de un final post-créditos tiene dos (el de después de los “créditos bonitos” y el de después de los créditos finales) ambos importantes para la Fase 3 del Universo Cinematográfico de Marvel, que empieza justo ahora después de esta, y pinta pero que muy bien.
Solo una pregunta: ¿ya es tarde para cambiar el nombre?
