Arrow
Después de un largo hiato sin producir series de supérheroes DC volvió otra vez a las televisiones con un proyecto para juntar unos cuantos personajes bajo lo que parecía un mismo universo. Este funcionaria independientemente del cinematográfico y nos ofrecería algunas como The Flash, Supergirl, Constantine, y DC Legends of tomorrow (de la que ya os hablaré más adelante), que de una manera u otra se cruzarían. Pero fue una la que inició esta apuesta tan arriesgada, y es de la que hoy os voy a hablar.
Tras cinco años desaparecido y dado por muerto en el naufragio del yate de su multimillonaria familia, Oliver Queen (interpretado por Stephen Amell) ha vuelto a Starling City, donde es recibido por su madre, y su hermana Thea (Willa Holland). Estas ultimas, aparte de sus otros amigos, encuentran a Oliver bastante cambiado, ya no es ese joven autodestructivo que conocían. Y es que en esos años ha estado a merced de innumerables peligros perdido por diversas islas del Pacífico. La vuelta le ha demostrado que su ciudad está corrupta, así que con la experiencia de estos últimos años, encapuchado, y armado con su arco adopta la identidad de Arrow para impartir justicia. Pero ha de tener cuidado ya que no solo los malhechores son un peligro, su recién adjudicado guardaespaldas John Diggle (David Ramsey), y su exnovia Laurel Lance (Katie Cassidy), estan interesados en descubrir que secretos oculta tras su regreso.
El apartado visual de la serie nos deja un ambiente muy oscuro, ya que la mayoría de las escenas ocurren de noche. Esto sirve muchas veces para tapar algún fallo que otro con mayor facilidad, pero la verdad es que no suelen usarse muchos efectos especiales en la serie, y tampoco hacen falta por guión. Las coreografías de lucha están muy bien elaboradas, seria uno de los puntos más fuertes en este aspecto. La banda sonora que acompaña a la serie es bastante correcta, se amolda bien a lo que estamos viendo. También hay algún tema, casi siempre de la actualidad musical, que suele ser interesante.
El reparto es bastante más amplio del que he mencionado un poco más arriba, pero es que he querido ir con pies de plomo para no revelar demasiado. La serie está llena de secundarios con suficiente profundidad como para que más tarde sean ascendidos a principales. De entre todos destacaria a Willa Holland como Thea Queen, que su evolución ha sido muy favorable; a Emily Bett Rickards como Felicity Smoak, quien tiene una personalidad muy marcada durante toda la serie; y Manu Bennett como Slade Wilson/Deathstroke, que, en mi opinión, no ha habido otro villano igual en la trama. Y en cuanto a la dirección encontramos a Greg Berlanti, Marc Guggenheim, y Andrew Kreisberg, quienes se van turnando para presentar nuevas tramas a lo largo de todas las temporadas.
Por lo general tiene un ritmo bastante bueno aunque, bajo mi punto de vista, tiene un gran lastre. Este no es otro que coger prestados muchos villanos, y otros personajes de Batman. De hecho dado el tono oscuro de la serie uno podría llegar a pensar que lo quieren emular en demasía. Afortunadamente las tramas no son como las de aquel personaje y simplemente son otras historias las que se reservan para este. Y otro de los pequeños defectos es que la serie decae bastante tras dejar de ser Deathstroke el villano principal, algo que se ha intentado parchear pero sin exito puedo asumir.
Pese a estos pequeños defectos, que bien podrían ser solo desde mi perspectiva, es la serie de este particular universo televisivo con mejor argumento de todas. Y eso que a partir de la tercera temporada decae un poco la trama. Pero tengo el palpito de que reflotará en breves.
Los hombres y mujeres que tengo en el blanco son peligrosos, corruptos, y un cáncer virulento.
