Cincuenta Sombras de Grey

“El libro es mejor que la película”. Esa es la regla, salvo contadas excepciones. La pregunta es: si el libro es “malo” de por sí, ¿puede el film ser peor?

Cincuenta Sombras de Grey era la respuesta a esta interrogante.

Cuando digo “malo” me refiero a un fenómeno literario que, a pesar de estar pobremente escrito, ha vendido cien millones de copias alrededor del mundo y logra cautivar a las lectoras (en su mayoría) con una historia de romance trillada pero con un giro kinky que la distingue de otras.

Fenómeno literario, social, de mercado y ahora cinematográfico. La película constituye solo una parte de toda la parafernalia que rodea a Fifty Shades of Grey.

Podría ir con la corriente y decir lo malo que es el film…cosa que es así.

O podría ponerme desde la perspectiva del lector/ra de la saga, y decir que cumple con las expectativas.

Acorde al título, es una crítica de grises.

Un poco de historia:

Como todos saben, el film está basado en el libro Fifty Shades of Grey (FSoG) de la autora británica E L James.

Pero lo que no todos saben es que FSoG fue concebido originalmente como un fanfiction de la saga Crepúsculo en el 2009, llamado Master of the Universe. Nuestra amiga E L James era conocida por las fangirls cibernautas en ese momento como “Snowqueen’s Icedragon”, y su historia era leída por miles de usuarios en internet.

Una editorial australiana decidió publicar el fanfiction que tanto éxito había tenido, y en el 2011 salió a la venta en formato ebook y papel. La venta de los libros tuvo tanta demanda, que la pequeña editorial debió vender sus derechos a una editorial que si pudiera cumplir con las exigencias de mercado: Vintage Books.

Por supuesto que para la publicación se debieron hacer algunos cambios, siendo el fundamental que Bella y Edward pasaran a llamarse Anastasia y Christian. Pero, si se compara Master of the Universe con FSoG, no existen diferencias en cuanto a la trama y la narrativa: son prácticamente iguales salvo por los nombres.

A esta reseña no le corresponde analizar los aspectos literarios de la fuente que sirve a la película. Solo diré que, los libros, todo el mundo reconoce que están pobremente escritos. Pero es un detalle que no obsta a que sea el fenómeno literario de lo que va de la década.

La adaptación cinematográfica:

Su adaptación a la pantalla grande, al igual que los libros, se volvió todo un fenómeno. Desde revolver la basura en la casa de la guionista buscando pedazos de guión, la batalla por los roles protagónicos y los falsos rumores, hasta ser uno de los trailers más vistos de la historia, Cincuenta sombras de Grey llegó (finalmente para muchas) a los cines del mundo el 13 de febrero de este año.

Para hacer un resumen muy general de la trama, FSoG cuenta la historia de una estudiante universitaria, la cual carece de experiencia sexual, siendo introducida por un atractivo millonario el cual tiene gustos peculiares (BDSM). Como es predecible, ella se termina enamorando de él, pero la pregunta es: ¿puede cambiarlo?

Déjenme contarles mi experiencia yendo a ver la película. Fui a un cine al cual normalmente no va mucha gente, porque tenía 2×1 y me quedaba más cerca de donde estaba. En la sala me esperaba encontrar en su mayoría a mujeres que fueran acompañadas de amigas (como en mi caso), pero por supuesto estaba presente la novia que arrastra al novio a que la acompañe (o viceversa, por qué no), la chica que va sola porque nadie sabe que leyó los libros y el viejo que perturbadoramente va solo.

Todos los grupos etarios representados de ambos sexos (algunas me parecía que tenían menos de 18), lo que indica que es una película que ha terminando atrayendo a varios sectores, por más que tenga como objetivo el público femenino. A esto súmenle que sea basado en un best seller que vendió millones de copias en todo el mundo, la curiosidad que implica la temática y lo mediático que ha sido la realización de la película. Como resultado tenemos un éxito de taquilla.

Pero ser un éxito taquillero, no implica para nada que nos encontremos ante un producto de calidad.

El punto era cómo hacer de un libro carente de todo elemento narrativo una película aceptable. Y acá esté el quid de la cuestión: teniendo en cuenta la fuente de material, se hizo una película bastante buena. Nunca pensé encontrarme con un film bueno, por lo que yendo con mis expectativas bajas, las colmó bastante.

El punto central del libro son las escenas de sexo, las cuales ocupan ¾ de toda la lectura. Si eso lo trasladaban a la película, era imposible pasarla en un cine comercial, por lo que tuvieron que recortar escenas por el bien de la narrativa, del mercadeo…y del espectador también (me remito a la escena del tampón, las lectoras saben de que hablo).

De 1:50 hs que dura la película, 20 minutos son de escenas eróticas. Así que, por más que tenga secuencias que no se ven comúnmente, tampoco hace mucho barullo. En cuanto a desnudos completos, se sabía que Dakota Johnson lo iba a hacer, la pregunta era si Jamie Dornan también lo haría y…no,  nada frontal. Respecto a este tema, a mi parecer, mucho ruido y pocas nueces.

En cuanto a los roles principales, a Dakota Johnson se la vio bastante natural y metida en su papel por lo que no hay mucho que criticar, la cuestión es Jamie Dornan.

De todos los nombres que se estuvieron manejando para representar a Christian Grey, el finalmente electo me pareció el más adecuado. Dornan en la serie británica The Fall, ha realizado un trabajo bastante bueno, por lo que me pareció que podía llegar a encarnar bien al Sr. Grey.

Pero me parece que se lo ve incomodo en su rol, como que sabe que las líneas que está diciendo suenan demasiado boludas. Otro tema es el acento irlandés del actor, el cual se nota bastante. Igual, estoy 100% segura que hubiera sido peor con Charlie Hunnam. Físicamente, cumple las expectativas del personaje.

Lo que ambos actores no supieron manejar, que puede que sea una falta del guión, son los momentos “climáticos” de la historia. Se sintieron sobreactuados o poco creíbles para los mismos actores (sobre todo para Dornan). Ejemplo: la primera entrada al playroom.

Sobre la dirección (Sam Taylor-Jonhson), me parece que se hizo un trabajo prolijo. La escena de apertura está bastante buena, con la comparación de los personajes. Y los tonos grises en que se maneja la cinematografía le dan al film un lindo toque. Hay muy poca escena de exteriores, pero eso se debe a que la historia misma lo impide. En cuanto al soundtrack, en general los temas son acordes a la situación y se potencian mutuamente, pero hay algunos que hacen las cosas demasiado melosas…por qué en todos los soundtracks de todas las películas que han salido últimamente tiene que haber un maldito tema de Ellie Goulding???Cansa y son todos iguales!!!

Por último, el guión:

El guión no innova en absolutamente nada. Es el libro, menos algunas escenas de sexo. No se arriesgaron y fueron por la segura.

Podrían haber ahondado en la perspectiva de Christian, no hacer todo desde el punto de vista de Anastasia. Si la trama es chata en el libro, no podes hacer lo mismo en la película, porque la historia tiene que ser el fuerte. Tendrían que haber agregado elementos que hicieran la trama más solida.

Lo que si mejoraron son momentos que en el libro no tenían sentido alguno porque no obedecían a una reacción lógica, haciéndolos más razonables. Sobre todo con la secuencia del final.

A modo de conclusión:

Desde el punto de vista del lector, no había grises: la película podía resultar un desastre o algo bueno. Puedo decir que los fans de la saga van a salir contentos en general. Puede que haya alguno/a que quisiera ver más escenas eróticas y se vea desilusionado/a en este aspecto.

Al que no leyó los libros puede que salga directo a una librería, o que se divierta un rato con las situaciones absurdas que plantea la película.

Cincuenta sombras de Grey es de esas películas que son malas, porque el material de origen carece de los elementos para hacerla buena…y porque la producción quiso asegurarse que todo fuera a gusto del lector/ra, no proponiendo cosas nuevas.

Si se lo hubieran propuesto, podría haber resultado algo mejor.