Daredevil

Al principio de este milenio en el que nos encontramos fue cuando las productoras se atrevieron a reflotar en el cine a los personajes de Marvel Comics. En ese aspecto ya habíamos visto la primera entrega de Spider-man por parte de SONY, y X-Men cortesía de FOX. Fue esta última la que, parece ser, tenia en su poder un buen puñado de personajes Marvel. Y después de su inicio afortunado con los mutantes le tocó a un héroe más humano, cuya película trajo opiniones contradictorias.

El pequeño Matt Murdock (interpretado por Ben Affleck) quedó ciego al derramarse sobre sus ojos unos residuos radiactivos. Estos desechos potenciaron el resto de sentidos hasta tal punto que no necesite visión para ver. Durante los años posteriores estudió derecho y se entrenó en las calles de la Cocina del Infierno, convirtiéndose en un hombre sin miedo. Pero todo se puede torcer aun más, puesto que su padre, el boxeador Jack Murdock, es asesinado por la mafia al no perder un combate tal y como le habían sugerido.

Años después, Matt se ha convertido en un abogado que defiende a la buena gente, aunque no tengan mucho con que pagarle. Por la noche, gracias a su entrenamiento y habilidades, imparte justicia como el vigilante enmascarado Daredevil. Aunque no pasa desapercibido, ya que el reportero Ben Urich (Joe Pantoliano) va tras su pista; por no hablar de que también ha despertado interés en Elektra Natchios (Jennifer Garner), quien también esconde algún que otro secreto. Pero todos deberán andarse con cuidado, ya que esta parte de la ciudad está controlada por Kingpin (Michael Clarke Duncan), y tiene algo que ver con el pasado de Matt.

En el apartado visual esta película es de lo más oscura. Bien se sabe que el personaje se suele mover con más comodidad en las sombras, pero aquí es algo que se usa sobretodo para tapar unos efectos especiales algo cutres, y no se consigue. En la banda sonora predominan temas de rock, en el que podemos oír algún tema de Evanescence; y alguno de rap, que estos parecen más forzados. En el elenco de actores siento decir que no hay ninguna actuación para el recuerdo. Ben Affleck y Jennifer Garner en muchas escenas parecen estar aguantándose la risa, el tristemente fallecido Michael Clarke Duncan es más un macarra de banda que el poderoso mafioso que es Kingpin, y en cuanto a Colin Farrell…sinceramente, no se como consiguió el papel. En la silla del director tenemos a Mark Steven Johnson, que hizo un batiburrillo de historias del cómic pero no les dio la cohesión y la fuerza necesaria.

Como he dicho un poco más arriba esta cinta dividió al fandom, habiendo gente que la venera, y otros que la repudian. Personalmente me encuentro en este último grupo, y os explicaré algunas de las razones. Centrándome para empezar en cuanto a su homónimo en cómic se refiere, las diferencias son palpables e irremediables: Jack Murdock y su sobrenombre (the devil), es un recurso demasiado facilón; Bullseye, un villano con muchas posibilidades, aquí da vergüenza ajena; Elektra, que no tiene carisma alguno; Ben Urich, es ridículo como periodista; Daredevil no mata, ni deja su señal; y así un largo etcétera.

Aun así, alejándome de mi inevitable comparación con el medio al que tanta devoción presto, también podéis encontrar otros fallos de la propia producción. Como por ejemplo, que las coreografías de pelea sean bastante vergonzantes, y las escenas de entrenamiento un despropósito; que sea ridícula en sus escenas, situaciones, y tramas teniendo en cuenta que es una película del 2003; o (uno de mis favoritos) que el tinte de pelo de Affleck se ve a kilómetros.

En conclusión, y en mi humilde opinión, una de las peores películas de superheroes que he visto. Pero eso se arreglaría con el tiempo. Y si no me creéis darle un vistazo a su reciente serie.

Espero que hoy se haga justicia, o la justicia ser hará con usted.