Elle

¿Cómo una película que a simple vista podría resultar repulsiva por su argumento, que ninguna actriz quería interpretar a la protagonista y que en un principio iba a ser rodada en los Estados Unidos acaba siendo la cinta que ha enviado Francia como película de habla no inglesa para los Oscar?

Michele es la jefa de una empresa de videojuegos. Pero tras una intrusión en su casa en la que es violada por un hombre enmascarado pondrá patas arriba su vida y ella no parará hasta dar con su venganza.

Con un rápido vistazo, a algunos espectadores les pueda echar para atrás esta propuesta. Podría caer en el ridículo más absoluto para quedar relegada a una cinta de sobremesa, podría perderse en lo morboso de lo que sugiere la trama y mantenerse solo en la superficie. Afortunadamente, Paul Verhoeven no cae en esta trampa, si no que da en el blanco.

A pesar de lo simple que pueda parecer la sinopsis, la película tiene una gran cantidad de tramas y subtramas en las que entran en juego Michele, su familia y sus amigos. Aunque al principio pueda parecer que no aportan mucho a la historia, todas esas tramas acaban siendo relevantes para la historia principal. Y es mejor no hablar mucho de ellas porque el guión y el director holandés reservan grandes sorpresas que vale la pena experimentar uno mismo. Por otra parte, he quedado muy sorprendida con la comedia en esta cinta. No habría imaginado que con su turbia premisa pudiera incluir el humor con tanta facilidad y que funcionase.

Por supuesto, en el centro de la historia está Michele. Qué fácil habría sido pedirle al espectador que sintiera lástima por ella (al fin y al cabo, sufre uno de los mayores temores de las mujeres en su propia casa). Aquí es donde se demuestra porque Isabelle Huppert es una de las mejores actrices vivas. No le da miedo nada y no cae en los tópicos en los que alguien más inexperto habría caído. Su Michele es un personaje para el recuerdo, lleno de grises morales, fuerte, valiente, alguien que lleva sus actos hasta las últimas consecuencias y que si se da algún momento en el que el espectador pueda sentir una cierta empatía hacia ella, desaparecerá en la siguiente escena. Es increíblemente estimulante a medida que avanza el film como se van desvelando datos sobre su pasado y sobre quién es ella. Un juego tan inteligente como retorcido.

Y aunque lo que plantea todo el mundo está de acuerdo en que es repugnante, no apunta con la brújula de lo ético hacia ningún lado. Consigue trazar de manera excelente un perfil psicológico de todos los personajes que aparecen en mayor o menor medida durante el metraje. Entra en el juego sin miramiento y ya que el espectador decida si quiere entrar en lo propuesto o no.

Respecto a lo negativo diría que tiene varios terceros actos que luego no resultan como tales. Esto quizá le quita un poco de un impacto a lo que se ve en pantalla y deja con la sensación de que lo que venga a continuación no será un clímax tan potente. Desconozco si este problema es exclusivo de la cinta o es una sensación que tengo en lo personal con el cine europeo, que creo que en la mayoría de ocasiones acaba alargándose más de lo debido.

Desde aquí, aplaudo a su director, a su guionista y a su actriz principal por haber logrado llevar a cabo su proyecto como ellos querían, sin censura alguna. Y al país Galo por la osada decisión de mandar esta película a la Academia.