Green Lantern
He de reconocer que este personaje nunca ha llamado mucho mi atención. Si es verdad, que como me ha pasado con otros superheroes, me ha gustado más lo que he leído de ellos en grupo (que en el caso de este sería La Liga de la Justicia), que cuando me acerco a sus aventuras por separado (que a día de hoy consta de varias series abiertas). Pero en cualquier caso, suelo ver cualquier producto que adapten cuya obra original fuera un cómic. Y esto a veces supone tragarme algún bodrio que otro… Pero antes de continuar pelándola, os ofrezco un breve resumen de la trama.
A lo largo de todo el universo hay una serie de poderosos guardianes que se encargan de velar por la seguridad de este. Se hacen llamar Green Lanterns, la fuente de su poder es la voluntad y la pueden manipular de cualquier forma con el anillo que portan. Uno de estos guerreros más poderosos, Abin Sur, es atacado por el más antiguo y poderoso enemigo que ha tenido este cuerpo interestelar: Parallax, que se nutre del miedo. Maltrecho por la batalla Abin Sur consigue llegar a la Tierra donde le ordena al anillo que busque a su sucesor. Pero ¿quien iba a decir que este fuera Hal Jordan (interpretado por Ryan Reynolds), el cual es casi la persona más irresponsable del planeta? Aun así, el anillo ya ha elegido, y el resto de Lanterns, incluido el marcial Sinestro (Tom Strong), deberán formarlo para la inminente batalla contra el miedo, y así Hal pueda proteger a sus seres queridos, entre los que se encuentra su querida Carol Ferris (Blake Lively).
En el apartado visual esta película se vuelca casi en su totalidad en los efectos especiales. Es aquí donde se haya su primer error, ya que si se pretende hacer funcionar esto, al menos han de ser de cierta calidad, y no es el caso. La banda sonora corre a cargo de James Newton Howard, y a veces se puede encontrar ecos de aquella banda sonora que compusiera John Williams para Superman, aunque sin llegar a la grandeza de esta, claro. El reparto de actores es prácticamente un desastre. Empezando por Ryan Reynolds, que no es que fuera el mayor referente de la interpretacion, y aquí parece que ni se esfuerce; y siguiendo por Blake Lively, que en mi opinión al final de todo no aporta demasiado. Y el caso es que tienen gente como Mark Strong y Tim Robbins, que son actores muy eficientes, pero muy mal aprovechados y, la verdad, no se como los engatusaron para esto. En cuanto a la dirección encontramos a Martin Campbell, que entre el guión que le llegó, y lo caótico y largo de la producción, no está claro que nos intentaba contar.
Al final, la película es un cúmulo de cosas nefastas que no ayudaron en nada al desarrollo de esta. Por no extenderme demasiado os mencionaré algunas de ellas: encontramos a un Hal Jordan como un antiheroe muy estereotipado y demasiado alejado de su personaje original; hay momentos muy absurdos, y casi todos ellos tienen que ver con la ejecución de los poderes (que ya hay que tener la mente abierta, pero esto…); el traje es probablemente el peor representado de todas las producciones de superheroes hasta la fecha; y sobretodo que le sobra metraje, pero en demasía. En definitiva, para mi es de lo peor del cine de adaptaciones de cómic. Aunque al menos más tarde Ryan Reynolds tuvo su segunda (o incluso tercera si contamos X-Men Origenes: Lobezno) oportunidad.
En el día más brillante, en la noche más oscura, ningún mal podrá escapar de mi vigía. Que aquellos que adoran el mal teman mi poder ¡la luz de Green Lantern!
