I Am Heath Ledger
Ver una película siempre es una buena oportunidad para desconectar y sumergirse en un mundo ajeno a lo que vivimos cotidianamente. El cine es para todos, algunos simplemente buscarán ese escaparate y se enfocarán únicamente en el entretenimiento que les ofrece una pantalla; otros somos un poco más exigentes, convertimos el momento en un ritual y desde el primer segundo de metraje nos volvemos exigentes con lo que se nos muestra, siempre queremos más y buscamos insistentemente ese detalle que se convierta en una joya en el cofre de nuestra memoria cinematográfica o que sea el punto de partida para la crítica, el debate, el señalamiento de los errores, etc.
Todos los que de alguna manera tenemos esta fijación con el cine, sabemos lo importante que es percibir una historia desde todos los ángulos, nos apasiona conocer los detalles, interpretaciones y matices. En múltiples ocasiones no nos conformamos con simplemente ver la película y a lo que sigue, porque más veces de lo que parece terminaremos revisando el detrás de cámaras, las entrevistas el equipo de trabajo, los análisis de los especialistas porque no nos interesa solo ver, queremos involucrarnos, ser parte. Por esas razones es que un documental como I Am Heath Ledger, del que les hablaré en esta ocasión, se vuelve una pieza especial que puede, como mínimo, despertar la curiosidad de los más apasionados por el cine.
Este documental dirigido por Adrian Buitehuis y Derik Murray, puede describirse como un viaje a través de los ojos del fallecido actor australiano y su romance con el séptimo arte. Más allá de tener un valor cinematográfico o ser un arma de protesta, el documental se ajusta a una remembranza típica de la vida de un famoso contada a través de entrevistas hechas a algunas de las personas más cercanas a Ledger, pero si algo me hizo dedicarle mi atención a este trabajo es que se encarga de recopilar grabaciones hechas por el propio Ledger, nos deja ver un poco la manera e cómo él percibía el mundo, esos pequeños vídeos con tientes caseros son lo que realmente cuentan la historia, nos abren la puerta a una posibilidad de entender las películas del actor desde su perspectiva, desde el trabajo que realizó y el compromiso que tuvo a la hora de construir un personaje.
Seguramente, la sonrisa de Ledger será una de las más recordadas de la historia, para algunos será la sonrisa amplia del adolescente que conquistó a una generación de jovencitas en los 90’s a través de “10 razones para odiarte” y para la gran mayoría será la deforme sonrisa del Joker que nos emocionó en “El caballero oscuro” de Christopher Nolan, pero todos (o casi todos), coincidimos en que si no hubiera muerto por aquella accidental sobredosis de somníferos, seguramente nos hubiera emocionado con actuaciones superiores a esas y posicionándose, quizás, como uno de los mejores de Hollywood. Y no sólo por sus actuaciones, pues tal como se puede ver en el documental y como algunos sabrán, también comenzaba a incursionar en la dirección.
Lamentablemente no sucedió, pero nos dejó un buen puñado de películas que son muestra del talento de Heath Ledger, por lo que no negaré que, en una opinión totalmente personal, se ha convertido en uno de mis actores favoritos. En Filmfilicos les hemos hablado de varios de sus trabajos, algunas nos emocionaron y otras no fueron precisamente lo que más nos ha gustado ver y quiero dejarles aquí la lista, por si alguien tiene ganas de darse un paseo por la corta carrera de Ledger:
“[…] es tan buena, en gran parte por el malo de la película: El carismático antagonista Joker interpretado impresionantemente por el fallecido Heath Ledger que recibió un montón de premios post-morten”.
“Convertida en un icono gay, esta historia encandilará desde el minuto uno. Observaremos el clásico amor prohibido desde una perspectiva que hará reflexionar al espectador. Soberbios los dos protagonistas de la cinta”.
“Desde el título de la película se puede desvelar cuál es el verdadero elemento: Candy, su protagonista. Es la droga que lleva nombre de la heroína del filme. Candy es la verdadera perdición. A pesar de haber sido Dan (el increíble Heath Ledger) quien la llevó a utilizar drogas, en ella es donde se encuentra la verdadera adicción, ella es la perdición de Dan y a su vez la de ella misma. Se pierde en su propio placer y Dan se pierde en ella”.
El secreto de los hermanos Grimm:
“Vale la pena verla por la fantasía, el toque medianamente lúgubre y, sobre todo, porque siempre será un gozo ver a Matt Dammon y Heath Ledger haciendo cine”.
