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La influencia | Blog de cine

Después del buen sabor de boca que dejó en 2017 Verónica, parecía que el terror patrio iba por buena senda, y a pesar de que tampoco es un género muy masificado en España, de vez en cuando surgen cosas llamativas que pueden convertirse en diamantes brutos. La influencia podría haber sido uno de esos casos que por desgracia se queda en un intento de hacer algo llamativo pero visto en multitud de ocasiones.

Basada en la novela homónima de Ramsey Campbell, cuenta cómo Alicia se ve obligada volver a la casa de su infancia y de sus pesadillas, ahora ya cómo adulta acompañada de su marido y su hija Nora. El motivo de su retorno es simple: cuidar de su madre en coma que se resiste a morir. Pero la estancia en la casa se complicará cuando la pequeña Nora comienza a sentir una conexión muy especial con su abuela.

Hay que destacar que, en este caso, si bien conociendo la novela original, al no haberla leído no puedo establecer una comparación sobre la adaptación en sí. Una vez aclarado este asunto, la película no engaña a nadie con lo que se propone. Las influencias de cintas más modernas como Hereditary así como de las más clásicas están presentes durante todo el metraje, pero al referenciar tantas situaciones ya conocidas, pierde personalidad. Porque si uno tuviese una lista con todos los estereotipos que se pueden encontrar en el genero del terror, aquí iría tachándolos todos: Una casa apartada que podría cumplir con los cánones góticos, ocultismo, rituales, niños que no son tan inocentes como aparentan, posesiones, un número considerable de cadáveres con sus respectivas muertes, un tercer acto con mucha lluvia y rencores familiares que perduran en el tiempo, por nombrar algunos.

Que no se malinterprete lo que pretendo decir. Tiene todos esos clichés, pero sabe emplearlos bien casi a lo largo de todo el filme. Y la base de cómo la influencia de unas personas puede llegar a ser corrosiva sobre otras más vulnerables (tal y como se señalaba de excelente manera en Suspense) y cómo esos resentimientos familiares por más que hayan pasado los años parecen no morir está muy bien tratada y es lo que hace que la película avance e incluso logre mantener el interés del espectador.

La influenciaEn los aspectos técnicos tampoco es que lo deje todo a una atmósfera agobiante dentro de la propia casa. Destaca el tono granate que emplea en el cuarto prohibido y realza ese carácter sobrenatural de la historia, y aunque si es cierto que abusa de jumpscares y de las manidas subidas de volumen, hay alguna imagen que sin inventar la rueda consigue generar cierto impacto. Respecto al reparto, resaltar a Claudia Placer como Nora, especialmente cuando pasa de un registro a otro y logra ser convincente y a Maggie Civantos como Sara, la hermana cuyo terror por las consecuencias del pasado se puede notar a lo largo de todo el relato.

Como negativa por mi parte señalaría a Manuela Vellés, pues durante gran parte del metraje daba la sensación de estar bastante sobreactuada. Y como farolillo rojo sin lugar a duda, ese final, que tiene escenas que acaban convirtiendo a la película en una comedia involuntaria por la forma burda de su tratamiento, por un montaje atropellado, por alguna escena que uno no sabe muy bien porqué se incluyó en el montaje final y por reacciones inverosímiles de los personajes. Todo ello dando lugar a un final anticlimático. Una pena que ese cierre se cargue lo que construye la cinta, que sin ser innovadora resultaba ciertamente entretenida.

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