Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio
Habiendo cogido la racha de adaptar todo tipo de comics a la pequeña o gran pantalla, era cuestión de tiempo que le tocara el turno al personaje creado por el historietista belga Hergé. Tintín ya dispone de una serie de animación de 39 episodios (que la tenéis entera en Netflix, por cierto) la cual adaptaba todos sus álbumes, y en cuanto tenga tiempo os hablaré de ella. ¿Pero, por qué no adaptarla a largometraje? Aunque este al final fuera de animación 3D, no hay que pasarla por alto, y, de hecho, hoy os hablo de él, de Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio concretamente.
El intrépido y joven periodista Tintín (al que presta su voz Jamie Bell), y su inseparable compañero el perro Milú, empiezan a tener serios aprietos después de haber comprado una maqueta de un famoso velero, llamado el Unicornio, en un mercado. Al parecer la recreación del barco esconde un secreto que Ivan Ivanovich Sakharine (Daniel Craig) está dispuesto a conseguir por cualquier medio, incluso si ello conlleva secuestrar a Tintín y encerrarlo en la bodega de un buque. Este consigue escapar y se encuentra con el verdadero capitán de esta embarcación, Archibaldo Haddock (Andy Serkis), quien al parecer comparte parentesco con el capitán del Unicornio. El misterio está servido.
La parte visual de esta película es impecable. Si no llega a ser porque a veces ocurren ciertas escenas de acción algo alocadas (pero perfectamente llevadas, eso si), y que algunos personajes tienen rasgos exagerados, podría pasar por un real action de Tintín perfectamente. La banda sonora es sumamente buena, y sin necesidad de apoyarse o emular a la de la serie de animación de los 90. Y es que tener a John Williams como compositor suma muchos enteros a un largometraje.
El elenco, al que aquí prestan voz y algo de captura de movimientos (y ya cuentan con el experto en ello, Andy Serkis), aparte del mencionado un poco más arriba, que ya cubren la cuota interpretativa perfectamente, me gustaría añadir a Simon Pegg y Nick Frost como Hernández y Fernández, respectivamente. Y no se me ocurre a nadie mejor que ellos para dar vida a estos despistados detectives. En la silla del director nos encontramos a Steven Spielberg, quien nos ha brindado un film de aventuras que poco tiene que envidiarle a muchas otras.
Y es que tiene el sello de Spilberg por todos los lados, pero el director también ha respetado la esencia de las historietas del personaje de Hergé. De hecho han conseguido adaptar con bastante acierto los álbumes de El secreto del Unicornio, El cangrejo de las pinzas de oro, y El tesoro de Rackham el Rojo. Eso si, aunque se ha hecho una película para que la disfrute tanto conocedores como no de Tintín, es muy probable que los que lo conozcamos de antemano lo disfrutemos bastante más que el resto.
Pero en definitiva, Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio es una película de animación de aventuras que podría competir perfectamente (y perdonar el posible sacrilegio, pero es lo que pienso) con el mismísimo Indiana Jones, y como mínimo se ha tratado con mucho cariño al personaje. Ahora faltaría ver si continuaran haciendo más entregas o no, ya que el final es bastante abierto pero la cinta es del 2011, y no se ve mucho movimiento en la producción.
-Mi memoria ya no es lo que era.
-¿Y cómo era antes?
-No me acuerdo.
