Mamma Mia! La película

A pesar de ser una película que se encuentra muy cerca de mi corazón por varios motivos, los tan molestos detalles no hacen que pueda dejarlos pasar y concentrarme en el fondo de la misma, perderme en sus canciones y lindas escenas. Me resulta demasiado evidente la superficialidad de sus diálogos, la floja actuación de la gran mayoría de los actores a pesar de ser un casting de ensueño y lo que creo que sí es demasiado fácil de detectar para todos, es lo mal que cantan la mayoría de ellos.

Mamma Mia! Es un musical del 2008, basado en el espectáculo de Broadway con el mismo nombre, que a su vez, basa sus escenas en las historias contadas dentro de las canciones de la famosa agrupación sueca de los años 70: ABBA, cuya directora es la misma de la adaptación cinematográfica: Phyllida Lloyd.

Meryl Streep, madre soltera de Amanda Seyfried, se enfrenta a un debate: no saber cual de tres amantes del pasado (Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgård) es el padre de su hija, cuando se encuentran todos reunidos para celebrar el matrimonio de la chica.

Una divertida historia que si bien lo tiene absolutamente todo para ser un musical magnífico, no da la talla. Viniendo la banda sonora de ABBA, que los paisajes los pinte Grecia y que la estrella principal sea Meryl Streep, promete demasiado, sin embargo, considero que no cumple con sus expectativas. Los diálogos parecen sacados de frases de autoayuda que se ven en internet y puestas en la boca de Amanda Seyfried (quien no es una mala actriz normalmente), suenan absolutamente ridículas. Seyfried intenta desesperadamente parecer más joven, tanto, que reduce su papel al de una adolescente chillona y molesta.

Los tan aclamados Brosnan, Firth y Skarsgård, quedan mejor dentro de sus papeles de hombres serios y machos, que ponerse a cantar sobre un amor que no se les cree en ningún momento del film. Por lo menos a Brosnan, a quien se le da un papel más protagónico, y con esto quiero decir, se le otorga más oportunidad para hacer el ridículo. Intento partir del punto de que su directora, es originalmente directora de teatro y no de cine, para justificar el hecho de que la película parezca tan jodidamente caricaturesca, pero no. No puedo hacerle eso al teatro y tampoco a Lloyd, ya que también es la directora de The Iron Lady (2011), un filme genial sobre Margaret Thatcher protagonizado igualmente por Meryl Streep. No sé qué sucedió en Mamma Mia!

Por otro lado, la cinta parece ser una justificación para hacer sonar de nuevo a ABBA en el cine. La historia a pesar de haberla descrito como divertida, es realmente plana. Casi al punto de que no existe una historia real, existen elementos y puntos claves que conectados crean una coherencia narrativa pero tan vacía que se pierde en lo mal que suenan las canciones.

A pesar de todo, esta cinta no es perjudicial. No vas a sentir que pierdes el tiempo, (tampoco que ganas algo al verla), puede parecer simpática algunas veces y las terribles voces pueden ser apaciguadas al ver la sonrisa de Meryl Streep, quien es la única salvación de este film. Es una película que no muestra nada nuevo, que no cambiará nuestra vida ni mucho menos cambiará el cine, pero se puede disfrutar si se está dispuesto a regalarle unos cuantos minutos a un cóctel de risas, lindos paisajes y ABBA, siempre y cuando después de verla, se apresure a poner una película de Nicolas Winding Refn o Scorsese para asegurarnos que el cine sigue siendo grande.