RoboCop (1987)
Habíamos hablado en el blog de Robocop, aquel horrible remake del 2014. Pero era un crimen que el mismo policía cibernético no pasaría por alto que no se hubiera hablado de la original, RoboCop (1987). Así que, sin más dilación, me pongo con ello aquí mismo, después de una breve sinopsis.
La Detroit del futuro próximo tiene una alta tasa de criminalidad, y esto ha afectado severamente a la economía de la ciudad. Para poner fin a ello Omni Consumer Products llega a un acuerdo con los altos cargos de la ciudad para controlar la fuerza policial mediante sus amplios conocimientos y recursos en el campo de la robótica. Paralelo a esto, el agente Alex J. Murphy (interpretado por Peter Weller) es asesinado en su primer día en el departamento policía de Detroit, y es inmediatamente empleado para el programa RoboCop. Más máquina que humano, parece quedar poco de la identidad de Murphy, pero su excompañera la agente Anne Lewis (Nancy Allen) no sé rendirá hasta recuperarlo. Y por el camino ayudarle a destapar una sórdida trama de corrupción política.
Aunque algunos efectos especiales han envejecido regular, la película por lo general tiene una buena presencia. Esto es algo que se hace palpable en el diseño de personajes, sobre todo en lo referente a los robóticos. La banda sonora es bastante buena, teniendo un tema principal bastante reconocible aún a día de hoy. En cuanto al resto de melodías que acompañan a las escenas podrían estar sacadas de muchas otras películas de los 80. Aunque no por ello deja de quedar verosímil junto a las escenas.
El elenco es de verdadera calidad, y en el encontramos actores (sobre todo) que a día de hoy son verdaderos veteranos. Quitando de Peter Weller, que no ha tenido quizás tanta suerte después como el resto de secundarios de la película como Ronny Cox y el tristemente fallecido Miguel Ferrer. En la silla del director encontramos a Paul Verhoeven, quien, disfrazada de una película de acción, nos brinda una producción que esconde otros temas algo más sesudos de lo que podría parecer.
Estos no son otros que la manipulación a la que nos someten los medios informativos, corrupción política, así como el capitalismo más vil y la privatización. Pero está claro que la acción es uno de sus puntos fuertes, que no tiene reparo en mostrárnosla en toda su crudeza. De hecho tanto esto, como esa retorcida trama criminal en la que se enmarca, es algo que le valió la clasificación R, y que en España la colaron inexplicablemente como +16.
Todo esto combinado con ese toque futurista que le otorga que el personaje principal sea casi un robot, hacen que este thriller policiaco-criminal sea verdaderamente atractivo. Aunque cabe recalcar que hay escenas un tanto exageradas. No solo en situaciones de acción, si no algunos diálogos forzados para hacer a los personajes duros hasta el exceso. Esto quizás sea el peor factor de la película, pero es totalmente perdonable dada la época.
En resumen, RoboCop (1987) es una película de acción frenética y explícita, que también toca otros temas mucho más sesudos, lo cual eleva la calidad de la misma. Y ni que decir tiene que es un gran referente de la cultura popular.
Es una sociedad libre. Pero nada es libre ni gratis, porque no hay garantías. Cada cual por su cuenta. Es la ley de la selva.
