Spider-Man: Un nuevo universo
Este diciembre (de 2018) nos han puesto las cosas difíciles a los frikis con los estrenos de cine. Buena prueba de ello es ese estreno compartido de Aquaman y Spider-Man: Un nuevo universo, que aquí en España fue el día 21. Afortunadamente he encontrado tiempo para ver las dos, y hoy os vengo a hablar de esta ultima, a la que le tenía muchísimas ganas, para que engañarnos. Pero antes de nada, os haré un breve resumen de la trama.
Miles Morales (a quien presta voz Shameik Moore), un vive su cambio de colegio lo mejor que puede apoyándose en su tío Aaron (Mahershala Ali), que no se lleva demasiado bien con el resto de su familia por dudosas afiliaciones en el pasado. Un día, Miles es picado por una extraña araña y empieza a desarrollar poderes muy parecidos a los de estos bichos. En pos de investigar la razón de estos nuevos poderes, vuelve al sitio donde los consiguió, pero se encuentra a Spider-Man (Chris Pine) peleando contra Kingpin (Liev Schreiber), intentando impedir que use un acelerador de partículas. Tristemente Spidey muere ante los ojos de Miles, no sin antes darle un pendrive para desconectar del todo el acelerador aparentemente estropeado. Después del funeral de Peter Parker/Spider-Man, Miles visita la tumba de su héroe, allí es sorprendido por un Peter Parker mayor (Jake Johnson) que asegura venir de otro universo. Pero no es el único, ya que más tarde aparecen Spider-Woman (Hailee Steinfeld), Spider-Man Noir (Nicolas Cage), SP//dr (Kimiko Glenn), y Spider-Ham (John Mulaney); todos ellos serán necesarios para detener los planes de Kinpin y volver a sus universos de origen.
El apartado visual sería su mejor baza, ya no solo por lo bien logrado de la animación, si no por esa paleta de colores tan viva que emplea casi en cada escena. La música también es un gran aliciente (aunque menos que lo anterior, eso si), adhiriéndose perfectamente a lo que estamos viendo. Y es que cada Spider-Man tiene asociada una tonadilla, de esta manera tenemos un amplio abanico sonoro: hip-hop, punk rock, rap, jazz…
La dirección la tenemos repartida entre Bob Persichetti, Peter Ramsey, y Rodney Rothman, que han demostrado estar versados en el extenso universo de los trepamuros, pero haciéndola igualmente accesible a cualquier neófito que se quiera asomar a verla, lo cual también es de agradecer.
También se agradece que la historia a contar sea totalmente nueva, y no una adaptación de ninguna otra. Esto es algo que deja más incertidumbre, aunque algún aspecto de la trama puede llegar a ser predecible, eso si. En cualquier caso, hay ciertos guiños (muchos de ellos ocultos a simple vista) que solo los true bilievers sabremos apreciar, pero tampoco tratan de desconcertar al espectador ajeno.
En definitiva, Spider-Man: Un nuevo universo es un largometraje de animación que es como estar dentro de un cómic de Spidey, accesible para todo el mundo, y que es mejor que muchas películas del lanza redes. Esto puede sonar sacrílego para muchos, pero os invito a verla para comprobarlo. Estoy bastante seguro de que me daréis la razón.
A nuestra manera, todos somos Spider-Man, y el mundo cuenta con nosotros.
