Diario de un Festival – Berlinale Edition

Berlín posee un aire muy particular y el festival se impregna de ese aire. Creo que es una buena idea primero ir a Cannes y luego a la Berlinale ya que, si lo haces al revés, sencillamente no vas a estar preparado.

Berlín es mucho más pausado, a pesar de ser una gran ciudad y Cannes una pequeña, la vibra y el tempo de la vida es distinto. En la Berlinale todo es más fácil, gracias a la famosa organización alemana, claro está. Empezando con la reservación para ver las películas, qué experiencia tan placentera, todo funciona, todo va rápido y sin problemas. No hay filas, no hay demasiada gente, no hay tan siquiera ruido. Es sorprendentemente muy callado, hasta las alfombras rojas. Es como si la gente no quisiera ni gritar. Se escuchan los nombres de los famosos, pero con un respeto casi sepulcral.

El tiempo rinde, los días no son eternos, pero el ritmo en cuanto a cosas para hacer es igual a Cannes, quizás un poco menor, gracias a la misma organización. De igual manera hay que partirse en cuatro para poder hacer todo lo que debes hacer, no he visto una película completa y voy corriendo de un lado a otro, con un sándwich en la mano que voy comiendo a medida que corro.

Sigue siendo activo, pero dentro una burbuja muy bien estructurada. Es extraño, en un buen sentido, pero, sin embargo, extraño. Por eso hablo de que tener la primera experiencia en Cannes fue lo mejor, ya que estaba esperando ese caos, ese estrés y para mi grata sorpresa, todo fluye perfectamente.

Conferencias de prensa y A Different Man

Como siempre he dicho, las conferencias de prensa son la mejor parte. Ves al hombre detrás del artista y es muy interesante descubrir lo que los creadores de la película tienen para decir y defenderla. Sin embargo, también son lugares que se prestan para situaciones no tan agradables. Berlín es sin duda alguna el festival más político que hay, así que las preguntas o comentarios políticos no tardan en llegar, como periodistas ucranianos haciendo referencia a algo que un actor o director pudo haber dicho en el pasado sobre la guerra o sobre el régimen. Se vivieron momentos tensos también con el mal uso de palabras para definir a un personaje por parte de un periodista, donde Sebastian Stan tuvo que salir a su defensa y lo hizo de una manera impecable y fuerte. Sin ser irrespetuoso, pero dejando claro la importancia de la educación con respecto al vocabulario que implementamos a la hora de describir a alguien con alguna condición física.

© Carla Aguilar López

A different man es la nueva película de este actor, dirigida por Aaron Schimberg, junto con los actores Adam Pearson y Renate Reinsve. La base de todo es la percepción que se tiene de uno mismo y de cómo nos ven los demás. Sin importar lo que cambiemos físicamente en nosotros, seguiremos siendo quienes somos en esencia, y justamente el querer ser parte de los estándares de belleza o de los estándares de lo que se reconoce como normalidad y el lenguaje que envuelve todo esto, es lo que hizo que el actor detuviera al periodista para decirle que su uso de palabras era errado. Adam Pearson es una persona con una condición física real, al igual que el director de la película.

Es aquí donde vi el lado más humano que haya visto en una conferencia. La mirada de Stan era de decepción, no en contra del periodista en cuestión, sino de la sociedad. El no ser capaces de conocer un lenguaje propio y respetuoso para describir ciertas cosas, le molesto tanto que el periodista no hizo más que sentarse y quedarse callado. Toda la sala estaba helada. Mi primer reflejo fue el de aplaudirlo, pero no lo hice. Estoy segura de que muchos se sintieron igual.

Y una vez más, esta es la belleza de los festivales. La oportunidad de ver al ser humano por quien es. Sebastian Stan siempre me ha parecido buen actor, pero hoy, lo admiro desde un nivel más profundo, más humano.

A pesar de encontrarme mucho más cerca de los artistas en las conferencias de prensa ya que las salas son más pequeñas, y de nuevo, porque pareciera que hay considerablemente menos gente, lo que hace posible que siempre esté en primera fila, el acceso después de la conferencia a los artistas es más complicado, ya que está todo estructurado de una manera distinta. En Cannes artistas y periodistas salíamos por el mismo lugar, lo que hacía posible esos exquisitos encuentros fortuitos. Espero que recuerden mi encuentro con Leonardo DiCaprio. Prohibo olvidar.

No tengo la misma suerte aquí, pero unas por otras. Intercambiar miradas en las ruedas de prensa tampoco está tan mal, sobre todo cuando es Gael García Bernal quien te sonríe de vuelta.

Seguiremos reportando.

Foto destacada: © Carla Aguilar López