En 1989 se estrenaba la película Mira quien habla (1989) protagonizada por John Travolta (Grease) y Kirstie Alley (Cheers), la película narraba como una chica (Alley) se queda embarazada de un hombre mayor que ella y que la abandona, luego se enamora de Travolta y decide cuidar de su hijo que no es que hable, directamente se escucha lo que piensa. Así de breve es el resumen de una película que es bastante mala por no decir pésima, entretenida para pasar la tarde de sábado antes de quedarte dormida en el sofá para echarte la siesta.
Por si no fuera ya suficiente con el sufrimiento visual de esta primera parte, los guionistas, director y actores decidieron que con una parte no tenían bastante y decidieron convertirla en una saga. La segunda parte en la que la pareja protagonista tienen una hija y que CASUALIDAD también se oye sus pensamientos, porque no entiendo lo de «mira quien habla» cuando en realidad no se les ve mover los labios… pero claro como entre los bebes se entienden pensaron que seria gracioso el titulo. De hecho la segunda parte se tituló: Mira quien habla también (1990).
Y siguieron taladrándonos los ojos con la tercera parte, más patética aún, en la que en esta ocasión «hablan» los perros, la película como era de esperar recibió un 0% en Rotten Tomatoes y a la que no se les ocurrió un titulo más original que Mira quién habla ahora (1993).
Me gustaría cruzarme en algún momento con los actores y preguntarles si fue algún tipo de apuesta hacer estas «xxxxxxx» o si les ofrecieron una cantidad indecente de dinero.
Estas películas por supuesto fueron el gran fracaso en sus carreras donde Alley fue de mala película en mala película y Travolta por lo menos se repuso gracias a Tarantino.
