Pitch Black

Existe un reducto de fans de la saga de películas de Riddick entre los cuales confieso que me encuentro. Es uno de mis placeres culpables. Para los que no la conocen demasiado, quizás sea una sorpresa descubrir que no empezó en Las crónicas de Riddick, si no en Pitch Black, y su tono era muy distinto. De esta última precisamente es de la que os hablo aquí, después de un breve resumen de la trama, eso sí.

La nave de transporte Hunter-Gratzner se ha desplazado de su trayectoria y se estrella en un extraño planeta árido, perdiendo en ello muchos de su pasajeros sumidos en hipersueño. Entre los supervivientes se encuentra el peligroso reo Richard B. Riddick (interpretado por Vin Diesel), que consigue liberarse y esconderse en el desértico paraje. La tripulación se ve en la obligación de salir en su búsqueda, pero conforme exploran el planeta se dan cuenta de que Riddick no es la peor amenaza que se pueden encontrar ahí.

Su apartado visual es bastante nefasto. No solo los efectos especiales son mediocres para la época que data, si no que su apariencia general, con ese cambio de tonos amarillentos a azulados totalmente quemados ambos, es prácticamente de serie B. La banda sonora tampoco es que se salve. Ninguno de los temas son para el recuerdo, y alguno de hecho es sospechosamente familiar.

Tiene un elenco numeroso, pero la única actuación para el recuerdo es la del, aquí jovencísimo, Vin Diesel. Tanto es así que el personaje al que interpreta es el único aliciente de la película. En la silla del director encontramos a David Twohy, cuya intención era hacer algo así como una película celda (grupo de personas atrapadas y perseguidas por alguna clase de amenaza), pero salió algo bastante extraño, sinceramente.

Como he dicho un poco más arriba, la película se sustenta sobre Riddick. Y es que este misterioso criminal intergaláctico es lo único que está bien escrito de la producción. Del resto simplemente se olvidaron. Con ello me refiero a todo lo demás; guión, diálogos, personajes… Una verdadera lástima la verdad, ya que su trasfondo prometía bastante. Pero esto, desgraciadamente, no consigue salvar el largometraje.

En resumen, Pitch Black es una película donde lo único bien hecho es el personaje de Riddick, pero esto no es suficiente para que se soporte. Afortunadamente en futuras entregas se mejoraría la calidad, pues fue el inicio de una saga.

Una regla: quédate a la luz.