Rare Exports: Un cuento gamberro de Navidad
¡Qué bonita le época navideña donde todo es amor y felicidad!, dijo nunca nadie en Filmfilicos. Y es que si algo nos caracteriza es el profundo desagrado que tenemos en el blog por estas fiestas, pero eso para nada nos impide aventarnos sendos maratones de películas (incluso navideñas) aprovechando el fresquito y los días de vacaciones (¿cuáles?). Pero vamos a ser honestos, a veces hasta los acérrimos fans de los clásicos de fin de año se cansan de ver una y mil veces la misma historia, aunque estén en películas diferentes; y aunque jamás dejaremos de mirar con cariño a Arnold Schwarzenegger (nadie me va a creer que lo he escrito sin googlear) buscando desesperadamente un Turboman o a Macaulay Culkin convirtiendo su casa en un campo de batalla, también se nos antoja ver algo diferente.
Es por estas razones que me di a la tarea de rebuscar en lo más profundo de la red, para encontrar algo que no hubiéramos visto antes. La verdad no tuve mucho éxito, pero conseguí algo que a los más haters de lo navideño les puede agradar bastante.
Ahora sí, la película (no apta para niños o adultos que aún le escriben a Papá Noel)
Se trata de la finlandesa Rare Exports: Un cuento gamberro de Navidad (2010), dirigida por Jalmari Helander, que nos muestra una cara macabra y congelada del famoso Santa Claus.
¿Pueden imaginar que Santa, no sólo es real, sino que no nos ha traído todos los regalos que le pedimos porque en realidad está congelado y enterrado en una recóndita montaña en Finlandia?, ¿qué pasaría si este querido personaje fuera un monstruo que se come a los niños? Pues todo eso nos lo cuenta esta película que resultó ser la ganadora del Festival de Sitges en 2010.
Seamos honestos, esta película protagonizada por Onni Tommila, Jorma Tommila, Per Christian Ellefsen y Tommi Korpela, nos hace recordar muchísimo al Krampus, pero lamentablemente resulta menos sangrienta y terrorífica. Lo que sí es cierto es que el ambiente congelado y la ansiedad por sobrevivir de su protagonista ya son un aditivo que nos aleja un poco de las clásicas historias donde un “milagro de bondad” salva la navidad.
La historia está llena de simbolismos que nos conduce a la decepción de que Santa Claus no es ese viejo regordete de traje rojo y barba blanca y que, más que premiarnos y llenarnos de regalos será el encargado de castigar nuestro mal comportamiento. La cosa se pone terrorífica cuando estas amenazas se vuelven reales y los niños comienzan a ser atacados. Todo ello aderezado con un toque de humor ácido que encaja bastante bien con el entorno.
Sí recomiendo Rare Exports: Un cuento gamberro de Navidad, porque se salta los clichés y configura bien la atmósfera en que nos quiere atrapar, tiene un par de momentos clave que destacan por lo escalofriante de sus escenas sin perder nunca el toque navideño y porque nos ahorra todo atisbo de cenas familiares, luces de colores y villancicos insoportables.
