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Hoy os traigo la tercera reseña que le dedico a la obra de MiyazakiEl viaje de Chihiro. Pero en este caso, os recomiendo haber visto la película antes de leer mi análisis.

Sinopsis de El viaje de Chihiro

Chihiro es una niña de 10 años que viaja en el coche con sus padres debido a una mudanza. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico donde no hay lugar para seres humanos; solo para los dioses de primera y segunda clase. Cuando descubre que sus padres se han convertido en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada.

Esta película se estrenó en 2001 y fue escrita y dirigida por Hayao Miyazaki

Análisis de El viaje de Chihiro

Chihiro está muy preocupada porque su familia se muda de ciudad, lo que le causa una crisis de pesimismo, ansiedad e impaciencia. Pero como en todo “cuento de hadas”, Chihiro cambiará ante las dificultades.

De camino a su nuevo hogar, la familia deambula por bosques llenos de algo sobrenatural y se topa con una ciudad totalmente desierta. Aqui, la bruja que convierte a los padres de la niña en cerdos y la niña se ve obligada a quedarse en otro mundo para salvar a su famila. Este episodio está inspirado en la creencia popular Kamikakushi, según la cual un espíritu secuestra a una persona y regresa muchos años después. Algo así como la “captura de almas por el Anticristo” occidental, pero no tan trágico. Kamikakushi también sugiere que un espíritu puede tomar el nombre de una persona, que es lo que les sucede a Chihiro y su amigo Haku.

Uno de los elementos más intrigantes de la película es el robo del nombre de Chihiro por parte de la bruja Yubaba, un acto que resuena profundamente en el contexto cultural japonés; en el sintoísmo, el nombre no es solo una etiqueta, sino un símbolo del alma y la identidad. Al perder su nombre, Chihiro enfrenta la despersonalización, un peligro que se extiende más allá del mundo espiritual hacia nuestra propia realidad moderna: la alienación en una sociedad obsesionada con el trabajo y la productividad.

La figura de Sin Cara (Kaonashi) es otro pilar fundamental para la interpretación adulta de la historia. Representa la avidez por la aceptación y el vacío existencial, un Kami sin propósito que absorbe las características de quienes lo rodean. Su transformación violenta y voraz al ser expuesto al egoísmo humano es una metáfora de cómo los valores superficiales pueden corromper y deformar a aquellos sin un núcleo firme.

Asimismo, el proceso de Chihiro para encontrar trabajo y demostrar su valor es una crítica sutil a la burocracia y el sistema jerárquico. Cada interacción en los baños termales, desde la limpieza del río contaminado hasta la negociación con Kamaji, subraya la importancia de la empatía y la perseverancia en un entorno hostil.

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Miyazaki no crea un cuento de hadas convencional; El Viaje de Chihiro es un espejo cultural que invita a reflexionar sobre la relación entre humanos, naturaleza e identidad, dejando al espectador con un mensaje que trasciende generaciones y culturas.

Esta rica narrativa también aborda la relación entre los humanos y el medio ambiente, otro de los temas recurrentes en la filmografía de Miyazaki (de la que ya os hablé en la reseña de Mi vecino Totoro. La secuencia en la que Chihiro limpia al dios del río, inicialmente disfrazado de un monstruo contaminado, simboliza cómo la negligencia humana hacia la naturaleza despoja a los Kami de su dignidad. Sin embargo, esta misma escena refleja esperanza: la restauración es posible cuando las personas toman responsabilidad por el daño causado, un mensaje profundamente relevante en una era marcada por la crisis ambiental.

Por otro lado, la dinámica entre Yubaba y Zeniba, hermanas gemelas con personalidades opuestas, refuerza la idea de dualidad y equilibrio que impregna la película. Mientras Yubaba representa la avaricia y la corrupción del poder, Zeniba encarna la calidez y la reconciliación. Aunque parecen polos opuestos, ambas son caras de una misma moneda, mostrando que incluso en el mundo espiritual no existe un bien o mal absoluto, sino una coexistencia de fuerzas complementarias.

Finalmente, el desenlace de El Viaje de Chihiro evita las soluciones fáciles, optando por una resolución que refleja crecimiento personal más que una victoria clásica. Chihiro no solo recupera su nombre y su identidad, sino que emerge como una persona más fuerte, capaz de enfrentar las dificultades de su mundo real. El hecho de que sus padres no recuerden lo ocurrido subraya una de las ideas centrales del filme: el viaje espiritual es profundamente personal y no siempre reconocible por los demás. Es un recordatorio de que, aunque el cambio sea interno, tiene el poder de transformar cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.

Generación GHIBLI on X: "#EscenariosGhibli Puente en el interior de la casa de baños, en 'El viaje de Chihiro' (Hayao Miyazaki, 2001). https://t.co/h23fmS7AcD" / X

La nota de filmfilicos
Autor/a
(AKA )
Autobiografía: Estudiante de música y Producción Audiovisual. Descubrí gracias a Damien Chazelle que quería dedicarme al cine e intento aprender todos los días algo nuevo sobre el séptimo arte
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