Entrevista Le Mohican – 81. Mostra di Venezia
Otra gran experiencia vino de la mano del director corsa Frédéric Farrucci y de su actor Alexis Manenti cuando hablamos sobre su más reciente película presentada en la sección Orizzonti Extra de la edición número 81 del festival de cine de Venecia: Le Mohican. (El Mohicano).
El director nos relata los problemas que el turismo ha traído para las tierras y su explotación masiva desde la perspectiva de Joseph, un pastor de cabras que lucha hasta el final por no vender sus tierras al capitalismo.
Una hermosa carta de amor a Córcega, una postal poderosa desde un punto visual pero también narrativo. Mi primera pregunta va en esa dirección. “La película bajo la forma de carta de amor, y Córcega como personaje principal, ¿era su intención el mostrarla como tal?”
A esto, Frédéric responde: “Sí, la película después de todo es un filme de territorio, es una forma de filmar a los hombres y mujeres que lo ocupan y lo que sucede en esas tierras”.
Prosigo, “¿Se inspiraron de la historia real de algún Mohicano de la región?”
Frédéric responde, “Todo esto comienza con el encuentro de un pastor en Córcega, quien tenía sus cabras en un lugar mágico, donde incluso filmamos, y él se autodenomina el último Mohicano, debido a la gran explotación turística de las tierras que él pensaba que en cualquier momento le quitarían para construir hoteles, parques de golf, etc. El mismo se llamaba una “anomalía”, no quedaba nadie como él”.
“A pesar de que esto no le ocurrió finalmente, el hombre decía que no podía cederles las tierras a sus hijos ya que en cualquier momento se las quitarían”.
El actor que interpreta a Joseph, Alexis Manenti, nos cuenta que, “el encuentro con este pastor fue determinante. Me inspiré en su manera de trabajar, de caminar, de mirar, de estar con los animales. Tenía una especie de pudor y de soledad. Hablaba con las cabras y con la naturaleza, eso me hizo comprender más sobre su personalidad”.
El lenguaje físico de Manenti como Joseph es fascinante, es un hombre que parece llevar algo muy pesado sobre sus hombros.
“Su interpretación fue admirable”, lo elogia su director. “Es como si él se encontraba en modo de protección de alguna amenaza externa, siempre en posición de resistencia, vemos que en él y en su manera de andar hay algo que resiste”.
Algo muy interesante dentro de la cinta es la dualidad entre la tradición y la modernidad. Lo tradicional del trabajo de pastor, la modernidad del turismo y del uso de las redes sociales para hacer justicia. Le pedí a su director que comentara sobre eso.
“Es un conflicto de territorio ligado a que el pastor no puede tener este modo de vida tradicional en ese mundo invadido por la modernidad. Todo lo que trae la modernidad y el capitalismo comenzó por el turismo, así que hay un conflicto permanente entre la modernidad y la tradición. Yo quería hacer un western, mostrar este conflicto entre territorio y civilización. Quería hacer además un western contemporáneo, por ello la importancia de las redes sociales en la cinta.”
Vemos muchas escenas de persecución que duran un largo tiempo, “¿Cómo fue la experiencia de filmarlas desde el punto de vista de ambos?”, pregunto.
Manenti comenta entre risas que estaba muy cansado. “El hecho de que sea algo tan físico es nuevo para mí porque no hecho filmes que requieran de mi condición física así que fue el descubrimiento de un nuevo lenguaje cinematográfico el trabajar con mi cuerpo. El pastor no es un hombre atlético y es algo torpe. Físicamente fue un reto”.
“Para mí…”, prosigue Farrucci, “era el reto de buscar ese esfuerzo, de mostrarlo y compartirlo de manera visceral con el espectador. Hay poca música en esas escenas, poco diseño de sonido, estamos realmente con el sonido de la carrera, de la respiración, quería mostrar lo físico de la persecución. El sufrimiento de Alexis cuando corre me sirvió”, culmina riendo.
Otra cosa sorprendente es el perfecto acento corsa por parte del actor que es en realidad parisino. ¿Cómo fue la preparación?, Alexis responde: “He ido muchas veces a Córcega, así que tengo un poco el acento en la cabeza. Frédéric me ayudó mucho también. Fue más difícil hablar francés con el acento corsa que hablar corsa. Tuve un coach que fue el hijo del pastor con quien practicaba. Sin duda alguna, el reto más grande del filme fue lograr el acento, ya que, si no lo lograba a la perfección, perdería al público corsa y eso no era una opción”.
La evolución del personaje de Joseph es muy interesante. Comienza siendo un hombre tímido quien termina por cometer un acto terrible de una manera salvaje. “¿Qué pueden decir al respecto?”, pregunté.
Frédéric nos explica que mostrar su lado salvaje era importante, el pastor se integra cada vez a la naturaleza y se defiende con las armas que tiene, como un animal.
Alexis comenta que todo se basa en las pulsaciones que, de una u otra manera, todos los seres humanos sentimos, solo que este pastor encuentra el elemento detonante y decide sacarlas a relucir de la manera que mejor conoce.
Para finalizar, hablé sobre la idea del final que queda entreabierta, el espectador debe darle forma. Les pregunté cuál era el final de Joseph para cada uno y las respuestas fueron sublimes.
Farrucci cuenta, “su figura pasa a ser parte de la consciencia colectiva, se transforma en algo más grande que él mismo, un tipo de leyenda de pueblo. No me pregunto qué paso con él físicamente sino sobre lo que él representa para aquellas tierras”.
Manenti dice, “yo soy un poco más pesimista”, ríe. “Creo que Joseph se mezcla con la naturaleza, se pertenecen mutuamente, quizás termina siendo un árbol o el río, pero los límites entre su estado humano y la naturaleza desaparecen”.
Una manera poética de descifrar o interpretar el final de una obra realizada con nostalgia. Es un filme político, y lo que desea su director es que el público se lleve un mensaje de esperanza por parte de los jóvenes y de cómo ellos pueden ayudar a salvar a la civilización en la que viven.
El Mohicano, un filme estéticamente hermoso, poderoso en su narrativa y sublimemente representado por todas las partes creativas que lo conforman.
**Foto de cabecera: © Fotograma de la película “Le Mohican”