Mira que cuando me contaron de que iba la peli dije: “bien, una idea rocambolesca, que si saben llevar a cabo puede molar”, pero ya cuando vi el tráiler pensé “pero que perra les ha entrado a todos con Justin Timberlake«, será muy guapo, muy divertido, un buen cantante, bailarín y esas mierdas, pero actor? actor no lo es; si es que parece el Mario Casas Hollywoodiense, que lo sacan en todas las pelis, no por su gran interpretación o porque va bien con el papel, sino porque están seguros que una horda de histéricas moja-bragas van a amortizarlas.
Cuando comencé a verla me gustó, de hecho me sentía un poco identificado con la búsqueda de tiempo, ese escueto amigo, que sobre todo en filmfilicos, siempre nos falta. También aparece Olivia Wilde (que ya saben lo que me gusta), pero creo que lo bueno del film termina cuando ella desaparece (a los 10 minutos) y no por ella en sí, sino porque cuando acaban de explicar de que va la película, comienza a decaer. Se convierte en un Robin Hood moderno, con frases como “¿Es robar algo que ya ha sido robado?” y todo el tema tiene tantas similitudes o equivalencias con el dinero, que nada te sorprende. No es sorprendente, ni complicada, ni imaginativa.
Si que me ha gustado la interpretación de Amanda Seyfried o de Cillian Murphy, así como la ambientación y los movimientos durante la acción, aunque a veces es excesiva para una película que yo esperaba más profunda y donde la crítica económico-social solo se vislumbra a groso modo y de forma tan superficial que casi hace reir… y leo en FilmAffinity que Noel Ceballos comenta «La superproducción más subversiva desde V de Vendetta…» venga, por favor…
