Entre todos los cortometrajes nominados a los Oscars 2025, uno al que particularmente le tenía muchas ganas es Magic Candies de Daisuke Nishio, que cuenta con el respaldo de estudios como Dandelion Animation Studios y Toei Animation, uno de los estudios más influyentes en la industria de la animación. Este cortometraje que ya se perfila como uno de los favoritos a llevarse la estatuilla y aquí les platico por qué.
Dong-Dong es un niño japonés que juega solo a las canicas, mientras los otros niños se divierten en compañía. Un día, compra una bolsa de caramelos de colores en lugar de canicas nuevas. Al probarlos por primera vez, su viejo sofá empieza a hablarle. A partir de ese momento, cada caramelo le dará la oportunidad de que personas, animales y objetos le compartan sus voces y perspectivas del mundo.
Este cortometraje utiliza un estilo de animación muy particular, pues parece estar hecho todo en Stop Motion, sin embargo, se apoya del CGI, lo que logra dar sensaciones sí de animación, pero que de pronto se llegan a sentir realistas, con una mayor fluidez en el movimiento sin sacrificar los escenarios que llegan a enriquecer mucho la imagen que se proyecta. Sobre todo, sí consigue que las transiciones se sientan muy naturales y que los movimientos de los personajes sean bastante armónicos, lo que los dota una verosimilitud que propicia que conectemos, sobre todo, con el personaje principal.
No sé si les pase a todos, pero a mí la premisa del cortometraje me pareció en principio un poco extraña, porque un niño que come dulces que lo hacen hablar con objetos tampoco es la cosa más normal del mundo, sin embargo, en este pequeño universo funciona demasiado bien pues las conversaciones que el niño tiene con los diversos objetos tienen todo que ver con la inocencia la imaginación, con su forma inocente de ver el mundo convirtiendo su experiencia en algo mágico.
Y cuando uno conecta con la magia de este don, se puede ver reflejado en el personaje principal, pues nos recuerda que, aunque hoy la individualidad, el aislamiento y la soledad son muy aplaudidos y suelen verse como muestra de fuerza y madurez, esta historia nos recuerda que también necesitamos compañía y necesitaos sentir que pertenecemos a algo.
Si una cosa me gustó es que no cae en sentimentalismos, no es una película con la que podamos caer en el llanto fácil, pero que sí profundiza en sentimientos muy comunes que a veces pasamos desapercibidos.
Magic Candies es una adaptación de un libro coreano con el mismo nombre y consigue ser muy fiel a las ilustraciones y la historia original, lo que ya le ha otorgado el Premio del Jurado al Mejor Cortometraje de Animación del Festival Internacional de Cine Infantil de Nueva York, el premio a Mejor Cortometraje Internacional en el Festival CineKid, entre algunos otros y por todo esto es ya de mis favoritos para llevarse el Oscar 2025 a mejor cortometraje animado.
