Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker

La trilogía de secuelas de Star Wars, que empezó con El despertar de La Fuerza, y continuó con Los últimos Jedi, termina con la presenta película, Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker. Se jugaba bastante, ya que la anterior había dejado un camino que era difícil de recorrer pero también interesante. Sin más dilación aquí os hablo de ella, después de un breve resumen de la trama.

El Líder supremo Kylo Ren (Adam Driver) ha interceptado un mensaje del aparentemente difunto Emperador Palpatine (Ian McDiarmid) el cual supone una declaración de guerra a toda la galaxia con las filas altamente numerosas de su Orden Final. En pos de parar su marcha, Rey (Daisy Ridley) finaliza su entrenamiento Jedi para partir junto sus compañeros rebeldes en la búsqueda del dispositivo Sith que revela el paradero del antiguo lord oscuro. Pero este viaje podría ser mucho más que una misión de salvamento galáctico, y desvelar el doloroso pasado de algunos de sus integrantes.

Su apartado visual es excelente. Máxime sobre todo unos escenarios, que me han gustado más que en anteriores episodios, así como también algunos de los vestuarios y marionetas utilizadas. Aunque la verdad es que, cara al final de la cinta, muestra demasiadas tomas oscuras. La banda sonora, que vuelve a correr a cargo del inmenso John Williams, versiona algunos temas de sobra conocidos por todos los fans de la saga con mucho acierto.

El reparto, como es habitual, vuelve a ser coral y casi todos tienen sus momento en la cinta. También hay alguna sorpresa, que no destriparé para no estropear la experiencia. Pero si he de destacar a alguien sería a Daisy Ridley y Adam Driver, cuya química es una de las mejores cosas que nos ha dado esta trilogía de secuelas. Para esta entrega vuelve J.J. Abrams como director, como lo hizo en el Episodio VII.

Ahora pasaré a hablaros de los aciertos y errores, según mi opinión, de este episodio. Y, como he hecho abordando anteriores entregas en este blog, haré paralelismo con el lado luminoso y oscuro de La Fuerza.

Lado luminoso: El sabor a película de aventuras se nota por encima del resto, y eso es algo con lo que me han ganado. También es de agradecer que recoja elementos de lo que se conocía antes como El Universo Extendido (comics, novelas, series…), pero con la entrada de esta nueva trilogía dejó de ser canon y pasó a denominarse Legends. Aunque sea en forma de guiños o menciones es emocionante que se tenga en cuenta estas historias. También hay momentos muy épicos y nostálgicos que a cualquier fan de Star Wars que se precie le llegará a su corazoncito rebelde (o imperial).

Lado Oscuro: Hay muchos trozos de la trama que chirrían o no se llegan a sostener como deberían. Esto veo que se debe a que a veces el guión hace un poco de aguas. También es verdad que si no tienes la mente abierta y eres de los que piensas que esta saga galáctica es una vaca sagrada, muchos de los conceptos mostrados no gustaran.

En definitiva, Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker es un broche final bastante satisfactorio, técnicamente perfecto, y muy emotivo, aunque podría haber mucho más si hubieran depurado algunos fallos relativos al guión. Pero ni por asomo es “oficialmente la peor entrega de la saga” como han dicho algunos medios digitales. No hay necesidad de ser tan nocivo y pureta, y se puede dejar disfrutar a quien quiera.

Enfrentarse al miedo es el destino de un Jedi.