Swiss Army Man

Tuvo una recepción negativa por parte del público en Sundance. Sin embargo, se alzó con el galardón a mejor dirección de la pasada edición. Posteriormente, llegó a España en forma de preestreno en el festival de Sitges y logró ganar no solo en la mejor interpretación masculina, si no también se hizo con el galardón de mejor película. ¿A qué se deben reacciones tan diferentes? Intentaré explicar esto a la vez que doy mi opinión.

 Hank se encuentra perdido en una isla desierta. Está a punto de rendirse poniendo fin a su vida cuando ve que el mar ha arrastrado a alguien hasta la orilla. Hank corre a observar el cuerpo tendido para descubrir que se trata de un cadáver que tiene flatulencias. Pero pronto entablará una relación de amistad con el cadáver y juntos emprenderán un viaje para salir de la isla.

Posiblemente quién lea la sinopsis no pueda tomársela en serio. Y no puedo echarle la culpa a nadie. Leída así, puede tirar para atrás. Pero hay algo que no se le puede negar, y es que se trata de un producto original. Uno puede decidir si quiere entrar en el juego o no. Si a esa propuesta se le suman dos realizadores que cuesta creer que esta sea su ópera prima y dos grandes protagonistas gracias al trabajo de los actores, el asunto cambia.

Pese a lo absurdo que pueda parecer, una vez que Hank descubre la habilidades de Manny, la película maneja con precisión los tonos de comedia y drama. No porque haya grandes escenas cómicas le restan importancia a los diálogos entre Hank y el cuerpo que pasa a llamarse Manny. De hecho, los vuelve más trascendentales. Es sorprendente como un náufrago le enseña lo que es la vida y lo que significa estar vivo a un cadáver. Hank y Manny pasan a decirse las verdades a la cara y sin ningún tipo de corrección política, como en muchas amistades. Una de las amistades más peculiares, reales y bonitas que han llegado a la pantalla.

Por supuesto, nada de esto sería posible si los actores no estuviesen a la altura del reto. Era de suponer que Paul Dano pudiese hacer un buen trabajo como Hank, un personaje que su patetismo llega a resultar entrañable (y en algún momento se le tendrá que reconocer el mérito a este actor), pero con quién me he sorprendido más ha sido con Daniel Radcliffe. Hace años que colgó la capa y la varita de mago, además de que ha continuado trabajando en diferentes roles. Logró impresionarme con otro registro en Horns , y aquí solo puedo seguir aplaudiendo la valiente idea de meterse en este proyecto y hacer de Manny el personaje que es. El trabajo de uno se vería empañado por el del otro, y sin embargo, logran estar en igualdad de condiciones.

No podría olvidarme de los directores que además también son los guionistas de esta historia. Era muy fácil que un film tan peculiar y personal pudiese salir mal. Es todo un triunfo ser testigos de como han logrado mezclar una trama de aventuras clásica con referencias a la cultura popular y que de mensaje transmitan mensajes sobre la forma de ver la vida. Estas características en cuanto a narración, porque a nivel técnico tiene una fotografía muy vistosa y un montaje muy bien estructurado en el que emplea técnicas como el jump-cut que no hacen más que enriquecer el conjunto.

Solo le he encontrado un defecto: Podrían haber rematado mejor el clímax. Queda una sensación de estar demasiado suspendido en el aire, y aunque con el epílogo se ve mejor el intento de cierre, para mí sigue sin ser suficiente. Pero que esto no frene a nadie de ver una de las películas más originales que nos ha brindado el 2016 y una de las más originales que han llegado el cine en mucho tiempo.