The Letter Room

The Letter Room (2020), es un cortometraje escrito y dirigido por Elvira Lind, en el que se cuenta la historia de Richard (Oscar Isaac), un guardia de seguridad de una prisión. En su afán por tener un puesto con más acción que sólo recorrer pasillos y verificar que todo está en orden, solicita una reasignación que llega a colocarlo en el área de recepción del correo que reciben los presos para verificar que no contenga ningún elemento fuera de lo permitido por el reglamento legal del lugar.

Este cortometraje, tiene una apariencia sencilla que parte de la rutina de un hombre sin más aspiraciones que tener algo de emoción en su empleo; por supuesto que al verse encerrado en una fría y monótona habitación en la que debe leer cartas de desconocidos sin ninguna otra motivación, no lo hace precisamente el hombre más feliz; sin embargo, el encontrarse a través de la letras con la parte más humana de las personas que están encerradas en una prisión cumpliendo una condena por múltiples razones, le hace encontrarse con sentimientos más profundos y cautivadores que los que podría haberle proporcionado la aventura que él buscaba.

Esta historia resulta emocionante, pues el poner como parte de la narración un medio de comunicación que está casi en el olvido, como lo son las cartas le da una carga melancólica muy fuerte, además de que su narración está acompañada del sentimentalismo con el que escribe la gente desde sus sentimientos más profundos, desde esa posición en la que se extraña a alguien, en la que existe un deseo de reencontrarse con el toro, de la imposibilidad de estar juntos…

Muestra un lado de las personas que está muy cargado de sentimientos y emociones profundas, aunque tampoco aporta nada nuevo, apela a la empatía con quienes están encerrados en una cárcel, sin justificar los hechos que los llevaron a estar en esa situación, porque ni siquiera le hace falta.

La propuesta de The Letter Room es sencilla al narrar un momento en la vida de alguien que descubre un mundo alterno a su vida cotidiana que le hace ser más empático y comprensivo, con una fotografía bastante agradable y un montaje fluido que le da un buen ritmo.

Quizá es justo esa sencillez a la hora de desnudar sentimientos tan profundos, lo que le ha otorgado una nominación a los premios Oscar 2021 como mejor cortometraje. Actualmente puede verse en Netflix, por si alguien tiene ganas de darle una oportunidad.