Emma.
Emma. Adaptación del clásico de Jane Austen, protagonizada por Anya Taylor-Joy, cuenta entre las películas nominadas a los #Oscars2021, celebrados el próximo 25 de abril, en las categorías de Mejor diseño de vestuario y Mejor maquillaje y peluquería.
Emma, para quienes no siguen la literatura de Austen ni han visto las numerosas adaptaciones cinematográficas de esta historia, se trata de una joven que vive con su padre y pasa su vida haciendo de cupido. Presenta a las parejas y disfruta juntándolas, mientras que hace lo posible por retener todo potencial sentimiento romántico que crezca dentro de ella.
Emma cree en el amor, pero no para ella, explotando consigo temas de gran importancia como el las políticas de género, el feminismo y la dinámica entre hombres y mujeres en la época georgiana. Emma ha sido siempre representada en la pantalla grande por reconocidas actrices: Alicia Silverston (1995, la cual ha sido la adaptación más moderna y ligera), Gwyneth Paltrow (1996) Kate Beckinsale (1996), hasta Anya Taylor-Joy (2020), quien es un diamante que brilla desde hace tiempo en la industria.
Sin embargo, y a pesar de su gran trabajo, Taylor-Joy no se encuentra nominada a los Premios de la Academia de este año, pero su trabajo logró resaltar y recopilar comentarios de reconocimiento por partes de colegas, críticos y el público, ya que su versatilidad camaleónica hace de esta joven, una promesa del cine actual.
Autumn De Wilde, es una prolífera fotógrafa estadounidense, quien realiza su debut directoral con esta película, donde nos regala encuadres maravillosos, imágenes de opulencia dignas de aquella época, con hermosos colores pasteles que parecen tener vida propia. El trabajo fotográfico es una belleza, De Wilde nos pone frente a un cuadro, a una obra de arte, es un deleite seguir las peripecias de este personaje en tan impresionante y bien logrado entorno.
Por supuesto, en dicho entorno resaltan los trajes de Alexandra Byrne y el maquillaje de Marese Langan, quienes como mencionado anteriormente, han sido nominadas a los Oscars de este año. Es decir, visualmente, Emma, es una pieza arrolladora y la sensibilidad de Taylor-Joy hace que quitarle los ojos de encima sea imposible, pero la narración, lenta y pausada, roza con lo estático. Lo cual no es necesariamente negativo si lo comparamos a una hermosa fotografía, pero tampoco es positivo considerando de que se trata de una película, que son imágenes en movimiento que llevan consigo una historia, que de por sí, no la considero demasiado interesante y la manera de relatarla tampoco lo fue. Si no fuese por la fuerza del aspecto visual y el hecho de contar con Anya en el papel principal, creo que es una película que puede fácilmente pasar desapercibida.
Es plana, es, una vez más, estática. Es lenta (muy lenta) y es lo personal, que no soy seguidora de la literatura de Jane Austen y no me gustan tampoco las adaptaciones cinematográficas de sus obras. Esta película es para mí, una versión más. Una adaptación más que no resalta realmente a pesar de todo la parte visual, ya que las películas de época son casi siempre estéticamente hermosas, cada una con sus diferentes particularidades, pero la época otorga en sí, la oportunidad inherente de la belleza. La belleza, es el elemento que reina por excelencia en esta época, desde sus paisajes hasta los vestidos, desde la presentación de las comidas hasta los protocolos, todo es hermoso. Y no con esto le quito el mérito a su directora; lo que quiero decir es que es una película de época más.
En lo personal, no la recomiendo si no se es admirador de Jane Austen. En ese sentido, no sé si la película logra el objetivo de contar una historia fiel, quizás es el caso, pero si no se conoce la historia la cual probablemente es fascinante en el libro, en la pantalla no lo es.
Sea como sea, sus dos nominaciones son bien merecidas, ya que una vez más, la belleza de la época ha sido explotada de la manera correcta y el trabajo de vestuario, peinado y maquillaje fue, sin lugar a dudas, esencial para plasmar dicha belleza en la pantalla grande.