Hoy hablo de la película En el filo de las olas del inglés Blue Crush… una película de adolescentes surferos hawaianos dirigida por John Stockwell
En el filo de las olas nos encontramos a Anne Marie (Kate Bosworth) una joven que le encanta el surf y que tiene el sueño de participar en una prestigiosa competición que se celebra en su isla de Hawai el Pipe Masters. Trabaja en un hotel de la zona limpiando habitaciones y por las mañanas madrugas para practicar su autentica pasión el surf. Vive en una casa, cerca de la playa con sus dos amigas (encarnadas por Michelle Rodríguez y Sanoe Lake) y con su hermana pequeña (interpretada por Mika Boorem).
Viven solas tras el abandono de su madre y subsisten de lo que ganan en el hotel, aunque sus mayores esfuerzos los depositan en los entrenamientos que realizan para llegar en forma al Pipe Masters y conseguir superar los miedos de la surfera, debido a un golpe que se dio tiempo atrás con una roca al ser arrastrada por una hola.
Una semana antes de la competición Anne Marie conoce a uno de los jugadores del equipo de football profesional (Matthew Davis) que se encuentra veraneando en la isla. Este trastocará todos sus plantes cuando el atleta profesional le pide que le enseñe surf y tras una clase se convierte en su royo de vacaciones. Anne Marie se encuentra ante un dilema, seguir esforzándose y luchando por el surf o convertirse en una «esposa florero».
Ya se que a estas alturas estáis pensando: «¿Qué tontería de argumento es este?», pero que conste que yo he empezado la crítica de la película diciendo «una película de adolescentes surferos hawaianos» ¿qué esperabais que iba a salir de ahí?
También es verdad que para tratarse de una película de este estilo, se hace entretenida y destaca por encima de todo la fotografía de David Hennings que hizo que el mar y la isla al completo se introdujera en mi casa. No es que sea una mala película, pero tampoco es buena.
