Fragmentos de una Mujer
Desde su estreno en el Festival de Venecia en setiembre del 2020, Fragmentos de una Mujer (Pieces of a Woman, título original en inglés) llamó la atención de varios críticos quienes celebraron las actuaciones de la cinta.
Un parto accidentado sirve como pretexto para explorar las consecuencias de una muerte inesperada en una familia. La fragilidad de las relaciones humanas es revelada ante una tragedia que cubre absolutamente todos los rincones de los involucrados como un inclemente invierno. La cinta está construida en tres momentos: primero, la expectativa por la llegada de un bebe que logra respirar apenas unos segundos; luego, el duelo y el impacto de esa muerte en sus padres y demás familiares; finalmente, la liberación espiritual.
Los primeros 30 minutos de Fragmentos de una Mujer funcionan muy bien. Se trata de una larga escena sin cortes donde nos introducimos en la intimidad de esta pareja (Martha y Sean) que ha decidido que el parto sea en su casa. Una partera suplente llega a atenderlos en reemplazo de la que tenían agendada y la cámara se conduce por el acogedor departamento como si fuera parte de la decoración. El manejo de la emoción en esta secuencia es notable y el título de la película no aparece sino hasta que este momento ha terminado con la desgracia de saber que la recién nacida ha muerto en brazos de sus padres.
La película luego se torna extremadamente gris y empieza a tomar caminos bastante duros donde el drama adquiere dimensiones de castigo. Es en esta segunda parte donde el personaje de la madre de Martha se posiciona como un catalizador de situaciones. Ella, una mujer que no esconde su situación adinerada, termina moviendo los hilos detrás de las sombras para que la pareja, formada por su hija y su enamorado, busque justicia. Las escenas finales carecen de la fuerza inicial de la cinta y la mirada del director termina siendo demasiado autocomplaciente.
Fragmentos de una Mujer es un dramón por donde se le vea, una película que ha cuidado el detalle de explorar episodios de pena, venganza sentimental, incapacidad de manifestar cariño y la eventual catarsis que una muerte cercana siempre trae consigo. Tiene un espíritu sobrio, desolador y representativo del ciclo del dolor (usando como analogía la construcción de un puente).
La película se sostiene sobre las actuaciones de sus protagonistas. Vanessa Kirby (conocida por ser la Princesa Margarita en The Crown) es Martha, a quien conocemos embarazada y con alegría por formar una familia y luego convertida en un ser lleno de incomprensión por el luto. Shia LaBeouf sigue sorprendiendo como actor maduro y en esta cinta su Sean es un hombre que lucha contra el alcoholismo y cuya identidad está poco definida. Sin embargo, la película es robada por la gran Ellen Burstyn, la legendaria actriz de 88 años interpreta a Elizabeth, la madre de Martha, con una solidez impresionante. Las escenas en su casa, donde la trama alcanza su punto de inflexión, están manejadas tan sutilmente que solo una maestra como ella podría realizar.
Fragmentos de una Mujer es una película que termina dejando algunos cabos sueltos para que la audiencia pueda interpretar, acierta en el dibujo de personajes femeninos y mantiene su espíritu iracundo toda su duración.
