Futurama. Tercera Temporada
Hoy tengo el placer de unirme a este especial de Futurama que hemos montado para comentar la tercera temporada. Seré directo: para mí es una de las mejores series de animación jamás hecha, y por supuesto es una de mis favoritas, así que no esperéis encontrar ni un ápice de objetividad en las siguientes lineas. Dicho esto, ¿para cuando una edición en Blu-Ray en España? Necesito forme parte de mi colección, aunque ya que estamos, también es una pena que no se pueda ver en ninguna plataforma digital… Bezos ponte las pilas y súbela al catálogo de “Prime video”, y ya que te pones “Colgados en Filadelfia” también, joder!!!
Bueno va, que me voy del tema principal. La tercera temporada de Futurama creo que sigue subiendo el nivel de la serie en general, entre otras cosas porque ya va definiendo un estilo propio, ha encontrado su espacio y se siente cómoda, suficiente como para empezar a “arriesgar” con capítulos con mayor carga emocional. Porque sí, el “jijijaja” estaba claro que lo sabían hacer muy bien, pero lo de empezar a pegar pellizcos en el corazón no nos lo esperábamos ninguno/a, y a mí eso me encantó, el equilibrio perfecto. Todo eso, por cierto, perfectamente narrado tanto en imágenes como en sus diálogos. En el próximo post (me tocará la sexta temporada) entraré más en detalle. Ahora lo que voy a hacer es enumeraros mis episodios favoritos por orden de aparición:
3×02 – Parásitos perdidos: Me río de “Black Mirror”. La premisa de este capítulo es un debate que aún a día de hoy mantengo a veces con gente. Trata sobre Fry, que pilla un parasito al comerse un sándwich en mal estado en un área de descanso espacial (en Futurama todo es espacial, por si aún no os habíais dado cuenta). Dicho parásito lo que hace es reproducirse y, a cambio de vivir en su cuerpo, optimizarselo. Digamos que realmente sólo se dedican a cuidar el mundo en el que viven y tratar de hacer de él un lugar mejor, que eso es bonito, pero claro ¿qué implica esto? que obviamente Fry va mejorando sus capacidades tanto físicas como mentales cada día que pasa, lo que hace que Leela empiece a interesarse en él. La pregunta del debate es: ¿Sigue siendo Fry, nuestro Fry?
3×04 – La suerte de Frylandes: Capitulo en el que Fry se cansa de su racha de mala suerte, entonces, de repente, recuerda que cuando era adolescente tenía un trébol de cuatro hojas con el que conseguía todo lo que se proponía, por lo que llega a la conclusión de que si lo vuelve a conseguir podrá revertir su situación actual. El capítulo se centra en la búsqueda de éste amuleto mezclado con flashbacks en los que veremos lo bien que funcionaba y de paso, conozcamos la rivalidad que había entre Fry y su hermano Yancy. En cierto momento, durante el proceso de investigación, llegarán a un punto en el supondrán que tal era la envida que le tenía Yancy a Fry que, cuando éste desapareció, se quedó con su nombre, y a partir de ahí “Don’t you, forget about me…” y a llorar como un cabrón.
3×20: Un Dios entre nosotros: Quizá sea la explicación de Dios más brillante que se ha hecho nunca en una serie de animación, o incluso en una serie en general, o hasta de cualquier cosa que se haya emitido en televisión. Meterse en ese berenjenal y no sólo no salir mal parado si no con un capitulo digno de estudiar.
Estos son mis tres capítulos favoritos, aunque podría seguir porque se pueden destacar muchas más cosas. Por ejemplo, el final del capitulo 3×14 – Tiempo a trompicones, la premisa expuesta en el 3×07 – El día en que la tierra resistió estúpida, que además se complementa con el 3×19 – Bien está, lo que está en Roswell y yo no puedo hacer más que aplaudir al ver, entre otras cosas, como además esta gente juega a la comba con las paradojas temporales. El mensaje que se da en el 3×16 – Leela sin igual o en el 3×01 – Amazonas con ganas, o incluso me vuelvo a reír de “Black Mirror” con el 3×15 – Salí con un robot. En serio, podría seguir mucho rato… demasiado… Pero creo que ya está bien de chapa, por eso eso, si habéis llegado hasta aquí, os dejo a continuación una serie de fragmentos de la temporada que seguro os alegraran el día:
Una ranita iba caminando…
Meneillos
El ritmo de Bender humano
