Netflix estrena la serie policíaca Indomable (Untamed) ambientada en el mundo de los guardabosques.
Kyle Turner es un agente especial del Servicio de Parques Nacionales que se dedica a imponer la ley humana a la naturaleza salvaje. En el curso de la investigación de una muerte brutal, Inman se verá enfrentado a los secretos más oscuros del parque y a su propio pasado.
No hay nada novedoso en el guión, esto no es Seven o El silencio de los corderos precisamente, el ritmo es lento y bastante dramático. En la dirección Neasa Hardiman responsable de series como El poder y Fuimos los afortunados. Indomable funciona, algo muy raro para ser de la N roja y estar repleta de clichés.
Generalmente el protagonista que figura como policía tiene un trauma, es un hombre atormentado que vive con un pasado que no supera, esto lo encontramos en cualquier serie o película del género. Pues bien, en el desarrollo de la historia ocurre un asesinato que por alguna razón conecta con el calvario de Turner. Uno sabe hacia donde va cada personaje, como se van a solucionar los conflictos, pero no es aburrido el trayecto.
Eric Bana es un actor de bajísimo perfil, su ejecución en esta ocasión no difiere de lo que hizo en Naturaleza salvaje, Años de sequía o Dirty John.
Renovada para una segunda temporada, Indomable (Untamed) es de esas series que toca verla como un maratón, ya casi que por vicio.











