La princesa prometida
Hoy os vengo a hablar de una de esas películas que sacan ochocientas veces en la tele, pero que han envejecido bien. Se trata de La princesa prometida.
Sinopsis de La princesa prometida
Tras buscar la fortuna durante media década, Westley (Cary Elwes) retorna a su tierra para casarse con la mujer a la que ama, Buttercup (Robin Wright Penn), a la que le juró amor eterno. Sin embargo, para recuperarla deberá enfrentarse a una serie de peculiares enemigos con los que se topará en el camino. Pero el principal enemigo de esta histotoria es Humperdinck (Chris Sarandon), quien pretende desposar a la desdichada Buttercup, pere a que ella no lo ama, ya que sigue enamorada de Westley.
Esta película es una adaptación de la novela de nombre homónimo, escrita por William Goldman en 1973. La princesa prometida fue dirigida por Rob Reiner y se estrenó en 1987.
Opinión sobre la película
Esta película es una sátira sobre los cuentos de hadas y la narración de cuentos y es también un ataque astuto a la tendencia de Hollywood de ignorar la simple belleza de contar historias. Para empezar, la verdadera trama transcurre en otra historia, del tipo en la que el abuelo curtido (Peter Falk / Colombo) despierta la antipatía hacia todo menos los videjuegos de su nieto enfermo de gripe, con las palabras Érase una vez… .
Una vez que estamos en la historia de La princesa prometida, nos encontramos con una comedia romántica orgánicamente cultivada de una era analógica Cary Elwes interpreta a Westley, que está dedicado a la joven noble que lo manda caprichosamente en su finca campestre, hablamos de Buttercup. Ellos se enamoran y son instantáneamente separados por una conspiración política planeada por el deplorable príncipe Humperdinck, quien tiene sus propios planes para Buttercup y su asistente, el Conde Rugen (Cristopher Guest). La pareja también se encontrará por su camino al clásico trío formado por Vizzini (Wallace Shawn), Íñigo Montoya (Patinkin) y el gigante Fezzik (André el Gigante).
La comedia tiene un parecido a la de los Monty Phyton (creadores de La vida de Brian), pero Reiner y Goldman se aseguran de que los chistes y el estilo de comedia sean siempre manejados con ligereza, las líneas cómicas se entregan modestamente y todo subordinado a una historia contada absolutamente en serio. Es una aventura que remonta a la época dorada de Hollywood y al mudo sin preocupaciones de Douglas Fairbanks o Tyrone Power interpretando al Zorro, o Errol Flynn intepretando a Robin Hood.
Quizá lo más sorprendente de La princesa prometida es el tipo de enmarcado: es una historia contada por un abuelo amable, pero a un niño, no a una niña. No hay el mismo estereotipo de género que encontrarías si la historia se presentase hoy, y a pesar del título “La princesa prometida”, no es una película para fiestas de pijamas estilo Frozen. Buttercup no es indulgida con monólogos solitarios, y no hay un gran interés en cómo se siente. Lo que cuenta con ella es la acción audaz y recrusiva.
El trabajo de ubicación y diseño de producción son maravillosos, y las situaciones divertidas son verdaderamente graciosas incluso para nuestra época.
