BFI LFF 2024: Tardes de té – Parte I
Como mencioné varias veces en las redes sociales, los “Afternoon Tea”, en español, las “tardes de té”, fue de los eventos más divertidos e interesantes del festival. Durante cuatro días, a la hora del té, los periodistas tuvimos la gran oportunidad de entrevistar a actores, directores y productores quienes presentaban su película dentro del marco del festival.
En un espacio de ensueño dentro del hermoso Sea Containers Hotel, periodistas y artistas nos unimos para comer sándwiches y tomar el té en una especie de “speed dating”, donde artistas iban de mesa en mesa a hablar de sus películas y los periodistas teníamos entre cinco y diez minutos para hacerles preguntas.
Mi primera entrevista fue con el genial Lorcan Finnegan, director de “The Surfer”, un thriller psicológico sobre un surfista (Nicolas Cage), quien interpreta a un hombre patético que busca comprar una casa y hacer surf diariamente en las costas australianas, excepto que nadie lo quiere allí. El elemento que más llamó mi atención fue el uso del color y con este tema, Lorcan y yo, nos hicimos amigos. “Casi nadie pregunta sobre el color”, dice Lorcan con una sonrisa. “Lo sé, y es algo tan importante. Soy una nerd de la colorimetría”, le digo. “Dios, yo también lo soy”, responde cómplice el director irlandés quien también hizo “Vivarium”, donde el color es clave y protagonista dentro de la historia.
“Utilicé tonos amarillos, naranjas, muy terrenales porque quería que la película se sintiera pesada. Esa pesadez del calor extremo”, explica Lorcan, lo que hace que la película sea asfixiante, en el buen sentido. Sentimos esa agonía y presión del personaje sin nombre de Cage por pertenecer a ese lugar y la frustración de no poder hacerlo. El color en toda película es de suma importancia, pero hay otras en las que simplemente los colores cuentan la historia y esta es una de ellas.
Cinco minutos después, me despido de mi nuevo amigo para entablar una nueva conversación con otro, en este caso, el actor español, Vito Sanz, con quien luego, pasamos de esa conversación alrededor de un té, a otra charla alrededor de una copa de vino donde el cine fue protagonista. Vito actúa en la nueva película de Jonás Trueba “Volveréis”, con quien ya ha trabajo muchas veces, así que le pregunté si él era el actor fetiche del director. “Supongo que sí”, responde. “Pero, así como conmigo, él ha trabajado con los mismos actores varias veces, nosotros somos grandes amigos y crecimos juntos haciendo cine, nos conocemos y nos sentimos muy cómodos trabajando juntos y probablemente lo sigamos haciendo”. Hablamos mucho sobre la pasión del que hace cine, pero también lo duro de hacerlo. “¿Crees que el cine es un medio ingrato?”, le pregunto en lo que pareció más una sesión de terapia que una entrevista. “Sí lo creo, pero es el medio más lindo del mundo”. La película trata sobre una pareja que ya no quiere estar juntos, por lo que deciden hacer una fiesta por su divorcio. “Esa separación finalmente los unió”, comenta Vito.
Un ratito después, es el turno de Cécile Embleton y Alys Tomlinson, directoras de “Mother Vera”, un deleite cinematográfico que habla sobre la vida de una monja en sus 40. La entrevista detallada pueden encontrarla aquí.
Luego hablé con dos representaciones hermosas del cine brasileño. En primer lugar, Julia de Simone, quien presentó su primer largometraje de ficción, “Praia Formosa”, el final de una especie de trilogía donde las dos primeras películas fueron documentales. Es un poético relato que nos lleva de vuelta a un Brasil de esclavos.“Es importante para mí como mujer brasileña, el rescatar estas historias dormidas de las cuales nadie habla. No se conoce prácticamente nada de relatos femeninos de esta época, fue un viaje emocional y de descubrimiento”.
Y hablando de descubrimiento y de un tema de gran importancia que sigue siendo tabú, llega el genialísimo Marcelo Caetano, director de “Baby”. Marcelo y yo estuvimos al mismo tiempo, en la misma fiesta este pasado Festival de Cannes, donde también presentó su película, y no nos cruzamos, pero cómo es la vida de maravillosa que nos vimos dentro de este evento y hablamos como hablan dos viejos amigos.
“Baby” es una película queer “pero habla del amor”, apunta Marcelo. “No quería únicamente retratar lo que siempre vemos que es la parte más sexual de las relaciones queer. Era también importante para mí mostrar el amor que se vive, la pasión desbordante, el lado cariñoso y tierno de una relación queer”. “¿Cómo fue la recepción de esta película en Brasil, en el Festival de cine de Rio?”, Marcelo contesta, “La verdad que muy buena. A pesar de que hay mucho tabú con respecto a este tema todavía, creo que los brasileros en general somos muy abiertos y nos sentimos cómodos con nuestro cuerpo y de la manera en la que queramos utilizarlo. Estoy muy feliz por tantas respuestas positivas sobre el filme”.
Cuando me tocan el hombro las chicas del festival, es señal de que mi tiempo se ha acabado y Marcelo y yo quedamos decepcionados de que nuestra conversación haya llegado a su fin, pero felices de habernos encontrado.
Así cerramos el primer día de la tarde de té, muy movida, productiva y de muchos encuentros bonitos. Próximamente les estaré escribiendo sobre el resto de las sesiones para que vean estos artículos a manera de recomendaciones cuando estén buscando películas por ver.