Contratiempo
Y que nunca pensé salir con tan buen sabor de boca de una película protagonizada por Mario casas. Pues a pesar de que la he esquivado, al final fui a ver Contratiempo.
En la dirección encontramos al catalán Oriol Paulo. Director que levantó el vuelo con otra película suspense para enmarcar como fue El cuerpo (2012), en la que ya contó en su reparto con José Coronado. En el film de hoy, encontraremos un thriller de estética perfecta en el que las interpretaciones harán valer su peso en la trama.
La película nos presenta el asesinato de Laura (Bárbara Lennie). Esta se encontraba en una habitación de hotel junto a su amante, Adrián Doria (Mario Casas). Este exitoso empresario, padre de familia, es acusado de homicidio ya que todas las pistas apuntan a él.
Después de declararse inocente, decide contratar a la mejor preparadora de testigos del país, Virginia Goodman (Ana Wagener). Con ella repasará todas las opciones sobre el caso, en el intento de demostrar su inocencia. En todo este caos, aparece la figura de Tomás Garrido (José Coronado), testigo que probablemente tenga algunas de las claves para resolver el caso.
Es difícil hablar de este film sin desvelar sus secretos, pero creo que merece la pena no contar más sobre la historia, espero que la descubráis por vosotros mismos si aun no habéis tenido la oportunidad de verla.
La estética que aparece en esta película es magnífica para la oscuridad que necesita transmitir el crimen, los planos que se nos ofrece sobre la habitación y la variedad de posibilidades que pudieron ocurrir en ella, hacen ver el eco del mejor suspense de Hollywood, recordándome la esencia de grandes éxitos como “La ventana Indiscreta” (1954) o “Instinto Básico” (1992).
La pareja de actores formada por Mario Casas y Ana Wagener, llevaran casi todo el peso de la trama, gracias a la revisión de lo sucedido en el apartamento del personaje de Adrían Doria. Este dúo improvisado y por el que poco habría apostado, consigue sorprenderme desde los minutos iniciales, adentrándome en una historia compleja, algo surrealista desde algunas perspectivas, pero en definitiva, entretenida y complicada, para el espectador que tenga ganas de resolver los porqués.
Metiéndome de lleno en el reparto, encontramos a un Mario Casas en búsqueda de personajes más maduros, con más contenido que el de quitarse la camiseta y poco más. Su esencia se encuentra impregnada en todo el caso, ya que su personaje de empresario, se encuentra entre la arrogancia y la ternura, mostrando la caracterización de perdonavidas a la que nos tiene acostumbrado.
El papel de Ana Wagener es el que verdaderamente hace elevar el film a otro nivel, poniendo en todo momento contra la espada y la pared al Sr. Casas.
Las últimas líneas creo que sin duda se las merece José Coronado, ya que da igual verle de secundario como de principal; su nombre es sinónimo de éxito. En esta cinta se nos presenta como padre de familia, que pronto se verá involucrado en el caso, convirtiéndose en el testigo directo, enmarcando una actuación de bandera.
En definitiva, si lo tuyo es el suspense y aun no la has disfrutado, no pongas más contratiempos como excusa.