El Hogar de Miss Peregrine para Niños Peculiares

Para muchos, entre los que me incluyo, Tim Burton no ha vuelto a darnos una película que fuese muy buena de forma incontestable desde Big Fish. Ha tenido varios tropiezos por el camino y sus proyectos menos malos tampoco han tenido gran relevancia. Con su nuevo film la cosa parecía cambiar, que iba por el camino de la redención como le pasó recientemente a Shyamalan cuando este tuvo mayores descalabros.

Jacob “Jake” Portman es un chico corriente de 16 años que vive con sus padres y su abuelo en Florida. Este último desde que Jake era pequeño le contaba cuentos sobre niños con habilidades especiales. Con el tiempo, Jake fue olvidándose se estas historias y creyendo que eran invención de su abuelo. Pero cuando su abuelo es asesinado bajo extrañas circunstancias y posteriormente le llegue a Jake un regalo misterioso, se embarcará en una aventura para encontrar a la gente de esas historias y ver si son reales o no.

Hace unos meses hablé sobre el material basado en la novela de Ramson Riggs y la pizca de esperanza que tenía sobre él. Sí tengo claro que me ha gustado más que el libro, para mi sorpresa. En mi opinión, el libro no logró hacer que empatizara o me importaran ninguno de los personajes, a medida que avanzaba me daba la sensación de que “ahora sí empezaba lo bueno” y eso bueno nunca terminó por llegar, parecía más una excusa para utilizar esas fotos de gente con habilidades fantásticas más que para construir un relato. Y para coronarse, deja un final muy abierto. Por eso tenía ganas de ver esta historia trasladada a la pantalla, porque sabía que tenía un carácter visual muy potente que el libro no terminaba de explotar. En ese aspecto no me ha defraudado.

Te guste o no te guste el cine de Tim Burton, el hombre sabe crear mundos. En esta ocasión cumple. Se nota en la fotografía con esos tonos más blancos en Florida, colores más azules en Gales y unos colores de fantasía una vez llegas al orfanato de Miss Peregrine, además de que tiene varias escenas muy llamativas como aquella en la que Emma y Jake nada bajo el agua y hace una demostración de sus poderes. La dirección artística es también muy notable así como los vestuarios de los niños, bastante acordes a las personalidades de cada uno. Llama la atención que en la banda sonora el encargado no sea su colaborador habitual Danny Elfman, si no lo dijeran los créditos este podría con toda naturalidad ser un trabajo suyo. Con los efectos especiales sí tengo sentimientos encontrados: mientras que algunos están muy logrados hay otros que se nota que son digitales desde lejos (también porque el director quiso incluir un stop-motion del que todavía no estoy muy segura que tuviera cabida en aquí).

Pasemos a donde reside el verdadero problema de la cinta: el guión. Parece prometer mucho al principio hasta que acaba completamente desinflado en ese tercer acto, que además se alarga como un chicle. Si la semana pasada comentaba que era de agradecer una cuestión dramática, en este caso me cuesta decir cual es el objetivo de Jake. Sí, hay casos de películas en los que la cuestión dramática cambia de la que era en el planteamiento aunque no suele ser lo habitual y desde luego aquí no funciona. Sí funciona un intento de tener un poco de humor negro, pero es bastante esporádico y no puedo evitar preguntarme si la historia hubiese sido mejor si hubiese tirado por ese camino. Su tercer acto tiene bastantes agujeros de guión y un final que después de todo el viaje que hemos experimentado, Jake toma aparentemente una decisión que hizo que me enfureciera y solo pudiese preguntarme ¿por qué?.

En cuanto a los actores, quien salva más la papeleta es Eva Green como Miss Peregrine en un personaje que puede recordar al Profesor Xavier y a Mary Poppins. Al principio su personaje sirve más para explicar la trama y da la sensación de que está un poco sobreactuada (hay escenas incluso en las que habla demasiado rápido) pero luego se suaviza más y se ve que su fuerte es expresar no con palabras, si no con gestos. Menos es más es su caso. Samuel L. Jackson como el villano, lo amas o lo odias. Su papel es tan caricaturesco que raya en lo paródico y creo que justo por ser el antagonista tuvo más carta blanca para su interpretación. Y sobre Jake, interpretado por Asa Butterfield, tiene la mala suerte de que su personaje es el menos interesante entre todos los seres que le rodean. Además, da la sensación de estar entre confuso (no sé si esto se debe a la historia en sí) y desganado en toda la película. Mencionar también a Kim Dickens, Alison Janney o Judi Dench a pesar que sus participaciones son casi de cameos. Aquí Burton demuestra que sabe crear atmósferas pero no dirigir actores.

Lo mejor que puedo decir de ella es que es entretenida, pero que de nada te sirve un envoltorio precioso y cuidado si luego el caramelo de dentro no está bueno. Tim Burton, si por casualidad llegas a leer esto, que sepas que tienes un grupo de seguidores más o menos fieles que esperamos con ganas tu regreso por todo lo alto. En algún momento tendrá que llegar, tarde o temprano.