Mis expectativas sobre Furiosa, la más reciente película dentro de la saga Mad Max eran altas. Mad Max: Furia en la Carretera es, para mi humilde opinión, la mejor película de acción del siglo 21 y una absoluta obra maestra que debió ganar el Oscar a Mejor Película en su año. George Miller es un director que entiende la fantasía y sus películas tienen un enfoque en el género que lo diferencian de historias más épicas como Star Wars o El Señor de los Anillos.
Furiosa es una película estructurada en capítulos y presenta la construcción de su personaje principal, Furiosa, que fue interpretada por Charlize Theron en la cinta anterior. Furiosa es una vengadora, una justiciera, una rebelde, el rostro de la resistencia dentro de un sistema corrupto y donde la humanidad se está jugando sus últimos minutos. En esta película, Miller explica los orígenes de su heroína, desde el secuestro en su niñez e incluyendo el desmembramiento de su brazo.
Tal como Mad Max: Furia en la Carretera, esta cinta tiene un estilo visual impecable. Una mezcla de colores vibrantes, algunas escenas con una fotografía definida por un solo color y una pantalla donde el gran desierto se convierte en una verdadera paleta de pintura. Hay que reconocer que Miller combina los efectos especiales de una forma inteligente, al servicio de la historia y no únicamente para impresionar. El manejo de los detalles es impecable y uno puede ver la película en varias ocasiones y seguir descubriendo elementos sorprendentes en cada personaje (grande o pequeño).
Sin embargo, a pesar de los muchos méritos de Furiosa y, aunque las comparaciones son odiosas, este título no llega al nivel de su predecesora. Quizás sea porque el personaje de Furiosa no tiene un contrapeso como era el Max que interpretaba Tom Hardy o quizás porque la historia deja de lado a Dementus en términos de profundidad y lo convierte en un villano casi de caricatura. Tendría mas sentido que las historias de Furiosa y Dementus se construyan con igual intensidad y detalle.
Por su parte, Anya Taylor Joy da una actuación correcta sin llegar a ser impresionante y Chris Hemsworth, apostando por ir contra estereotipo, da una interpretación superficial más allá de las prótesis y los esfuerzos físicos de su trabajo.
Furiosa: De la Saga Mad Max es una cinta estéticamente hermosa, que respira una atmósfera de punk, con una historia que sigue siendo mucho más interesante que la mayoría de las que salen de Hollywood y que continúa expandiendo los horizontes del cine de acción. Es recomendable verla en una gran pantalla donde toda la inmensidad de su contenido pueda ser apreciado. Desafortunadamente no tiene el corazón de Furia en la Carretera, ni ese elemento de frescura que sorprendió al cine hace una década.
