Es muy probable que a muchos os suene la presente película, que es una adaptación Una princesa de Marte de Edgar Rice Burroughs, primera novela de la llamada saga marciana. También es probable que no os suene, ya que la mayoría de la critica la fulminó y puede que huyerais de ella como de la peste. ¿Pero, es realmente tan mala John Carter? Aquí va la humilde opinión de un servidor, después de un breve resumen de la trama, claro.
El veterano de la Guerra de Secesión John Carter (interpretado por Taylor Kitsch) hace tiempo que se niega a combatir, y se dedica a buscar oro. En una de sus búsquedas, escapando de un conflicto, acaba siendo teletransportado a Marte, Barsoom para sus habitantes. Allí, aparte de descubrir que su fuerza y agilidad se han visto aumentadas, se ve envuelto en una guerra entre pueblos, Helium y Zodanga. Y al conocer a la princesa de Helium, Dejah Thoris (Lynn Collins), y saber de su lucha por la paz en toda Barsoom, es posible que tenga una causa por la cual combatir.
Su apartado visual es verdaderamente bueno. Ya no solo los efectos especiales, que son geniales y muy bien empleados, también tiene un vestuario y una fotografía más que eficientes. Por su parte, la banda sonora es correcta, pero se amolda perfectamente a cada escena.
La interpretación del elenco es uno de esos puntos donde pincha esta producción. Y no es porque tenga actores mediocres, todo lo contrario (ahí tenemos a Willem Dafoe, Mark Strong, Bryan Cranston…), pero en la mayoría no se aprovecha su potencial. En la dirección encontramos a Andrew Stanton, que adapta a su modo la novela escrita por Edgar Rice Burroughs.
Esto ultimo quizás sea un poco injusto. Y es que imagino que alguien en Disney decidiría suavizar de cierta manera el relato, que en su original es bastante explicito. Sin embargo no pierde tanto esa esencia. Todo ese trasfondo y lore tan ricos siguen intactos aquí, que es precisamente lo que hacía atractiva a la obra original. Pero todo esto no salva todos los muebles, pues presenta ciertos fallos argumentales, perdonables si estás metido de verdad en la trama.
Resumiendo, John Carter es una película muy infravalorada por muchos críticos, y la verdad es que, sin ser la panacea, es una cinta de lo más entretenida. La verdadera pena es que no se continúe con esta saga marciana en los cines, ya que estoy seguro que lo mejor estaba por venir.
Un guerrero puede cambiar de armadura, pero no de corazón.
