Laura, Historia de una flor y En un momento
Laura, Historia de una flor y En un momento, son algunos de los cortometrajes del joven director y productor español José Manuel Rebollo, quien, con una cámara experimental y una sutileza natural, nos pone frente a situaciones comunes, de personas comunes, pero con una habilidad impresionante a la hora transmitir.
Estos cortometrajes han sido finalistas del prestigioso festival nottodofilmfest, festival que tiene como objetivo poner Internet al servicio del cine como fórmula para descubrir el nuevo talento y el cual cada año cuenta con importantes jurados. Estas tres historias, aunque diferentes, según mi interpretación, se encuentran conectadas por el deseo.
Laura (205) es la historia de una chica depresiva que representa el vacío y la angustia de saberse desinteresada por lo que la rodea, pero como lo roto también es hermoso, atrae con fuerza magnética a hombres buenos que terminan enloqueciendo por la oscura influencia de esta bella pero triste mujer.
Los primeros planos con los que se nos presenta a Laura, nos llevan directamente a su soledad, a su necesidad de protección masculina, cómo a través de sus ojos se exprime un deseo inquieto, un deseo imposible de descifrar porque parece de cristal. Está allí, ella lo dice con palabras y con su mirada, pero parece un jarrón vacío, frágil. Ella sabe de lo que es capaz y de lo que no, y Laura, es incapaz de suicidarse.
Historia de una flor (2019), despliega tres historias, la de un hombre con un televisor, la de una madre con su hija y la de una pareja. De nuevo, el deseo se hace presente, pero esta vez, el deseo es representado por algo que no está, que nunca existió y que termina plasmado en una flor. La televisión como medio de transporte a otros mundos y a otras realidades, puede que le recuerde a ese hombre lo que nunca pudo llegar a ser, así como se le recuerda a la madre que ese nombre solo vive en su corazón y para la chica es el recuerdo de un novio que ya no está.
Se dice que las flores amarillas simbolizan la alegría, el optimismo y la energía, y que se les obsequia a personas que se encuentran decaídas justamente para alegrarlas, de modo que la representación de lo que no pudo ser o de lo que ya no es, se representa en esta flor, diciéndoles a estas personas que, a pesar de todo el dolor, no hay que decaer.
En un momento (2019) el deseo se vuelve un poco más abstracto y no tan evidente. Un hombre que se levanta para empezar su día y a quien le ocurren varias cosas banales durante el mismo, llega a su casa y se da cuenta de que su esposa lo engaña. En un plano casi onírico, la realidad de lo que sucede es vaga. No sabemos con certeza lo que sucedió en el momento en el que el esposo descubre la traición, pero se juega muy sutilmente con el deseo de la venganza. Es una obra acompañada de una composición musical melancólica que roza con lo surreal, hace que las distintas interpretaciones de lo que pudo haber pasado vuelen por nuestra imaginación.
Estos tres cortos producidos por Paracon Producciones, compañía productora de José Manuel Rebollo, son una promesa del talento de este director, quien acaba de rodar su primera película, Sola.
Sus obras se encuentran aquí.