No Mires Arriba
Las películas de desastres o catástrofes son un género casi exclusivo de Hollywood. Dos características forman parte de la receta de este tipo de cintas. Primero un espectáculo visual que haga creíble la desgracia que está a punto de ocurrir y toda la logística para evitarla. Luego un reparto lleno de muchos nombres famosos. Don´t Look Up (2021) es una película con apariencia de cinta de desastre, pero en realidad es una comedia negra que usa la inminente caída de un esteroide en la Tierra como pretexto para criticar nuestra sociedad actual.
La película está dirigida por Adam McKay, quien también dirigió las interesantes La Gran Apuesta (2015) y Vice (2018). En ambos títulos McKay ya mostraba una predilección por el sarcasmo, por un estilo libre para estructurar sus cintas, con una edición punzante y que usa hechos importantes (una gran crisis económica en el primer caso y la vida del ex Vicepresidente de USA Dick Cheney en la segunda) para un relato picante, con lenguaje de sátira y con un mensaje subliminal cuestionador.
No Mires Arriba tiene todos estos elementos, aunque sin el éxito de las películas mencionadas. Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence son dos excéntricos científicos que descubren un inminente evento extintivo en nuestro planeta. Luego de advertirlo a las autoridades se dan cuenta que el gobierno está concentrado en cualquier otra cosa. Su alarma llega a la prensa y la respuesta de la sociedad está más pendiente de la vida amorosa de una cantante popular que de su propia supervivencia. La banalidad del contenido informativo actual, lo simplistas en que se han convertido los medios de comunicación y la forma como las redes sociales han trivializado la sociedad son abordadas de manera tan directa como ridícula.
La figura del gobierno norteamericano está representada por una Presidenta interpretada por Meryl Streep. En una clara referencia a Donald Trump, su personaje es negacionista, es un resultado de esta cultura del entretenimiento y su conducción está marcada por las tendencias, encuestas de opinión y pésimos consejos de su, permanentemente estimulado, Jefe de Gabinete y un multimillonario de la tecnología que concentra a Musk, Gates, Jobs y lo peor del capitalismo extractivo.
No Mires Arriba es una montaña rusa de momentos donde el comentario político es innegable y el doble sentido es la regla. La cinta, desafortunadamente, se pierde en su propio enredo y termina siendo innecesariamente repetitiva y con algunos momentos que resultan obviables en la narración. La ambición de tocar varios temas no alcanza a esta trama y, quizás, hubiera sido mejor una historia más concentrada y sin tanto tiro al aire. Es cierto que, por momentos, la realidad de lo visto logra espantar a quien ve la película, pero ese mensaje se pierde entre el caos que el propio film muestra. No hay duda que esta cinta tiene una relevancia particular en tiempos de pandemia (obviamente el asteroide de la película es una metáfora al COVID 19) y que algunos momentos de la misma dan para la reflexión (la escena del militar cobrando por los snacks es discretamente brillante), pero No Mires Arriba peca del mal que busca criticar y termina destilando superioridad moral políticamente.
