Filmfilicos blog de cine
Home Filmblog Películas El poder del perro

El poder del perro

A pesar de que el western para el gran público sea considerado como un género más propio de tiempos pasados o que cada vez está más en desuso, lo cierto es que de vez en cuando surgen propuestas encuadradas dentro de este género logrando sorprenderme hasta el punto de que algunas pueden ser consideradas mi debilidad. Y viendo el aval que traía la película de hoy tras su paso por festivales y por los nombres delante y detrás de las cámaras, no puedo negar que tenía ganas de ponerme con ella. Se trata de El poder del perro.

Basada en la novela homónima de Thomas Savage, la historia se ubica en Montana en 1925 y sigue a dos hermanos, Phil y George Burbank, quienes trabajan en un rancho. Ambos hermanos son muy diferentes entre sí. Mientras que Phil es más carismático a la par que cruel, George es mucho más amable con los que lo rodean. La situación entre ambos hermanos se vuelve más tensa cuando George decide casarse en secreto con Rose, una mujer viuda de un pueblo cercano que se muda a vivir con ellos, provocando que Phil le declare una guerra silenciosa a Rose usando a Peter, su hijo, como arma entre ambos.

Lo primero de todo, debo aclarar que no estoy familiarizada con la novela original, por lo que mi único medio de abordar la historia es a través de la cinta. Pero pese a ello, resulta fácil determinar que aspectos se han heredado de la novela y son parte inherente de la historia, como los tiempos más pausados, la silenciosa tensión que se va produciendo gracias a silencios y subtexto o el marcado enfoque psicológico de varios de los personajes, mostrándolos poco a poco como unos seres complejos. Y lo segundo que hay que aclarar es que a pesar de todo el revestimiento y la ambientación de western, el filme es un drama psicológico, tanto por el ritmo más pausado que maneja como por la importancia que le concede al desarrollo de personajes.

Este ritmo más pausado es un arma de doble filo, pues mientras que algunos pueden acostumbrarse a los tiempos que establece y a las dinámicas de poder que se van construyendo entre los personajes, sí puede darse la sensación generalizada de que hasta que no está la película muy avanzada no se termina de saber cuáles son las intenciones de estos, o mejor dicho, cuáles son los conflictos que mueven la trama. Y cuando sí se vislumbra con más claridad el subtexto después de haberse cocido a fuego muy lento, los giros no van por los lugares comunes que uno podría esperar con toda la ambientación de western, sino que sirven para indagar más en la psique de todos los personajes, especialmente en los casos de Phil y Peter y que no son más que una mera excusa para tratar el tema principal de la cinta: la masculinidad tóxica, algo que no es de extrañar sabiendo que detrás está la visión de Jane Campion.

El poder del perro

Además de enfoque sobre la masculinidad tóxica, otro de los temas principales es la diferenciación entre el nuevo y el viejo mundo. No es casualidad que la historia esté ambientada a mediados de los años 20, cuando las historias sobre vaqueros ya parecían ser cosa del pasado pues el siglo XX traía una promesa de progreso y modernidad en todos los ámbitos, un choque de mundos que también se plasma a la perfección entre las posturas de Phil y Peter. Y esta división es palpable a través de la ambientación, donde el rancho de los hermanos Burbank es un oasis del viejo mundo, el último bastión de un terreno más áspero alejado de toda civilización y un universo en sí mismo. Ese aislamiento buscado se ayuda de una fotografía muy natural que engrandece el paisaje de las montañas que rodean el rancho, haciendo más insignificantes a los personajes; y de una excelente banda sonora a cargo de Jonny Greenwood, donde predominan las cuerdas incidiendo en esa tensión subyacente pero con un punto de melancolía que lo envuelve todo y hace más grandilocuentes las imágenes que aparecen en pantalla.

El trabajo del reparto al estar más centrado en una construcción lenta de los personajes no es de extrañar que opte más por la sutileza y la introspección en todos los casos. Pero hay uno que destaca por encima de los demás, quizás porque su actuación es un poco más vistosa, porque las capas del personaje son más complejas de lo que parecen a simple vista o porque juega con más registros. Sea como fuere, no es otro que el caso de Phil, interpretado por Benedict Cumberbatch, cuya actuación una vez han llegado los créditos continua resonando en la cabeza.

En líneas generales, El poder del perro es un drama psicológico revestido de western que se toma su tiempo en poner las cartas sobre la mesa con solemnidad, pero que cuando sucede llega a sorprender y hace que el público se interese por el devenir de los personajes hasta el final.

Responder

  He leído y acepto la política de privacidad de filmfilicos.com

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Rafael Mollá Sanmartin
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, eliminación y olvido.
  • Contacto: contacto@filmfilicos.com.
  • Información adicional en: nuestra política de privacidad.