Todos están bien
En esta ocasión os hablo de la película “Todos están bien” (Everybody’s fine), protagoniza por Robert De Niro y dirigida por Kirk Jones. Estrenada en 2009, este film es un remake de la película italiana “Stanno tutti bene” de 1990. El remake americano de Jones es un drama familiar, demasiado sentimental para mi gusto, sobre las complicadas relaciones entre padres e hijos.
Frank (De Niro) es padre de cuatro hijos de los que se siente muy orgulloso y a los que hace tiempo que no ve. Hace poco que se ha quedado viudo y se ha dado cuenta de que era su fallecida esposa la que hacía de nexo entre sus cuatro hijos y él. Desde que murió, le cuesta entablar relación y conversación con ellos y, por eso, decide emprender un viaje por EEUU visitando a cada uno de sus hijos por sorpresa y comprobar cómo les va. El reparto lo completan Drew Barrymore, Kate Beckinsale y Sam Rockwell que interpretan a los hijos de Frank. Amy (Kate Beckinsale) es una publicista de éxito casada y con un hijo, Robert (Sam Rockwell) es un músico de orquesta y Rosie (Drew Barrymore) es bailarina en Las Vegas. El cuarto hijo es David, un artista que vive Nueva York y con quien Frank siempre ha tenido una relación especial. A pesar de los intentos de los hijos por ocultar sus fracasos personales y profesionales, Frank va descubriendo poco a poco la realidad de sus vidas.
La película no es que sea del todo mala pero sí bastante moñas. Busca la lágrima fácil en muchos momentos de una manera tan clara que da risa y todo. Se trata de una película bastante prescindible, aunque de ella se puede mencionar su banda sonora con la canción “I want to come home” compuesta por Paul McCartney y que fue nominada a los Globos de Oro como mejor canción.