Mi nombre es Harvey Milk
La película que comento esta semana está protagonizada por Sean Penn que interpreta a Harvey Milk de una manera magistral en esta biopic de 2008. El film está dirigido por Gus Van Sant y consiguió ocho nominaciones a los Oscar. Finalmente, dos fueron las estatuillas que consiguió por mejor guión original y mejor actor. Como ya he dicho, papelazo el que se marca Penn. No lo voy a negar, siempre ha sido uno de mis actores preferidos por lo que no busquéis objetividad en nada de lo que comente sobre él.
“Mi nombre es Harvey Milk y he venido a reclutaros”, así comenzaba sus discursos el primer político abiertamente homosexual que consiguió ser elegido y ocupar un cargo público en los Estados Unidos. La historia de esta película comienza a principios de los años 70, cuando Harvey decide dejar Nueva York y marcharse a San Francisco con su pareja, Scott (James Franco), para vivir su relación abiertamente y sin complejos. Se establecen en la calle Castro, en el conocido barrio gay de la ciudad, donde abren una tienda de cámaras fotográficas y sufren las agresiones de un sistema policial que no ve con buenos ojos la liberación de este colectivo. Pronto, Harvey entiende que la única manera de que se reconozcan y garanticen los derechos sociales de los homosexuales es teniendo representación política. Milk se convierte en uno de los más importantes activistas en contra de la discriminación por condición sexual y su imagen representa la lucha de los derechos de este colectivo en Estados Unidos.
La película enseña su corta, pero intensa, carrera política aunque no sólo se ocupa de este aspecto público. También se muestra su lado personal tanto con Scott como con las otras relaciones de amor y de amistad que tiene. Los demás personajes aportan mucho a la película y a la historia gracias a que se desarrollan pequeñas tramas que nos permiten conocer mejor al personaje principal. Entre ellos, los personajes de Cleve Jones (Emile Hirsch), Dan White (Josh Brolin) o Jack Lira (Diego Luna), junto al mencionado Scott (James Franco), nos dejan ver distintas facetas de Harvey Milk que nos enseñan en profundidad lo mejor de este personaje.
Narrativamente es el propio Harvey quien nos cuenta su historia a través de un mensaje en una grabadora. Esta es la primera imagen que tenemos de él: sentado en la cocina de su casa grabando una confesión de su vida por si acaso es asesinado. En muchos momentos, vemos como su vida es amenazada pero Harvey intenta que el miedo no le aparte de su lucha. Desde el principio sabemos el fatal desenlace porque se anuncia la muerte de Milk y del alcalde de San Francisco en la primera secuencia de la película. Pero eso no quita nada de emoción ni interés a este gran film.
