A cambio de nada
Hoy hablo de A cambio de nada, la película triunfadora en el 18 Festival de Málaga llevándose la Biznaga de Oro a mejor película, mejor director, mejor actor de reparto y premio de la crítica. Y es normal porque el director novel Daniel Guzmán (El novio de la pija en Aquí no hay quien viva) consigue un resultado muy bueno.
A cambio de nada trata sobre Darío, un chico de dieciséis años, que intenta disfrutar de la vida junto a su amigo y vecino, Luismi, al cual conoce de toda la vida y con el que mantiene una relación incondicional. Pero cuando Darío sufre las consecuencias de la separación de sus padres todo empieza a irle mal… por lo que intenta huir y empieza a trabajar en el taller de Caralimpia, un delincuente que le enseña “como hay que vivir”, en su huida, Darío también conocerá a Antonia, una mujer mayor que recoge muebles abandonados, con la que descubrirá otras cosas de la vida. Estos personajes que rodean, junto a los acontecimientos que vive le cambiarán la vida al joven protagonista.
Ya sabéis que me gustan bastante las películas de adolescentes, y aunque A cambio de nada pueda parecer la típica película española costumbrista, de problemas sociales etc… Daniel Guzmán consigue darle una mirada, una cercanía y una frescura que hace que te mantengas atento a todo el largometraje. Me alegro que ganara en el Festival de Málaga porque seguramente por eso se ha podido estrenar en muchas salas de cines y ser visionada por muchas personas que de normal se la hubieran perdido.
Además extrapelicularmente hablando, la historia personal de Guzmán, que el guion tenga partes reales, que le costara 10 años en poder llevar adelante la película (para luego empezar a ganar premios) y que hasta su abuela aparezca como actriz en la película (sin ser ella nada de eso), hacen de complemento perfecto, para que este entrañable film sea digna de recomendar.