Creed
Primero de todo he de confesar que soy un grandísimo fan de la saga Rocky. Considero que la primera es una obra maestra, la segunda no tanto y la tercera y cuarta entrega me gustan y las disfruto tanto como las anteriores. La quinta me parece bochornosa y odio fortísimo tanto a Tommy Gunn (Tommy Morrison) como a Rocky Balboa Jr. (Sage Stallone). Rocky Balboa me negué a verla, y todavía a día de hoy no lo he hecho, pero vista Creed me lo plantearé.
En cuanto a esta, voy a empezar haciendo algo de lo que más tarde me arrepentiré, compararla con sus antecesoras. Creed es en cuerpo tal que Rocky I, Adonis Johnson sube los mismos peldaños para llegar a su objetivo que en su día Rocky Baloboa. También está adornada con pinceladas de Rocky II, en la que las circunstancias ejercen tal fuerza sobre el protagonista que llegan a condicionar su camino, e incluso diré que noto ciertas trazas de Rocky IV, en cuanto a la presencia y reivindicación de la vieja escuela, los métodos antiguos de entrenamiento y el hincapié a no olvidar nunca las raíces.
Pero como decía me arrepiento. Porque no es justo comparar Creed con el resto de la saga Rocky, es una vida nueva, una nueva generación. Sabemos que es inevitable no mirar hacia atrás, porque la sombra es muy alargada, pero hay que aceptarlo y saber despojarse de todos los posibles complejos.
Eso es de lo que trata Creed, es la película de Adonis Johnson. En esta ocasión Balboa solo esta ahí para acompañar al joven protagonista en su camino hacia la búsqueda de su propia identidad, para subir juntos esa escalera reflejo de la superación y que tanto significado tiene también en esta ocasión. Es el vinculo con su padre, del que huye pero que a la vez necesita para encontrarse a si mismo.
Creed cuenta con unos personajes bien construidos, con un protagonista que sangra y un rival, Ricky Conlan, justamente medido (lo llegamos a conocer más bien poco) para incidir sobre el hecho de que el combate final es Adonis Johnson VS Adonis Creed. Por su parte Rocky es un secundario de lujo, esta no es su película y lo sabe, se aparta de forma elegante y sutil, aunque no consigamos olvidar que sigue siendo el campeón. Reflejo de ello es la escena del cementerio, directa, ligera y en la que el potro nos dice de forma clara, “Esta no es mi puta película”.
Por supuesto hay detalles que no me han gustado. Por ejemplo la escena de entrenamiento, me resulta absurda y con poca fuerza. Motos haciendo caballitos, ¿de verdad era necesario?, como también veo absurdo el mote de Adonis: Adonis “Hollywood” Johnson, ese Hollywood se estilará entre boxeadores, pero chirría tantísimo… Y la banda sonora, que entiendo que esté dentro del contexto, pero de la cual esta vez solo me han llegado dos temas.
No obstante el resto compensa sobradamente… únicamente con los múltiples guiños a la saga a mi ya me han ganado, un ejemplo es la aparición de las tortugas, que supongo no serán ya las Gancho y Directo de la primera parte, que aunque no lo digan seguro se llaman así. Hay frases, gestos, las payasadas de Rocky…
En el apartado técnico hay que destacar las escenas que se desarrollan en el cuadrilátero, y más concretamente el plano secuencia con el que comienza el film, que incluye una pelea perfectamente coreografiada. Y artisticamente, bueno, Michael B. Jordan en los momentos más dramáticos no me parece que esté a la altura, pero se mantiene a buen nivel el resto de la película. Y Sylvester Stallone nominado al Oscar a mejor actor de reparto… hace un muy buen papel, pero como no le deban un favor los de la academia, que lo dudo, no debería llevarse la estatuilla.
En resumen, sí, fans de Rocky Balbola la podéis y debéis ver, solo con los guiños como he dicho la disfrutareis. Y podéis estar tranquilos, no da para un Creed II, Creed III… o al menos espero que así sea…