Dune 2
Denis Villeneuve demostró en el 2021 que se puede hacer una buena adaptación cinematográfica de una obra compleja como los es Dune de Frank Herbert, superando la versión de culto de David Lynch. En ese momento el director concibió el libro como una saga haciéndole más potable la trama al espectador. Ha llegado el momento del estreno de Dune 2, la cual ha sido tan estimulante como su predecesora.
El joven Paul Atreides se une a la tribu de los Fremen y comienza un viaje espiritual y marcial para convertirse en mesías, mientras intenta evitar el horrible pero inevitable futuro que ha presenciado: una Guerra Santa en su nombre, que se extiende por todo el universo conocido…
Una secuela de calidad, donde no parece que han pasado 3 años, todo se mantiene intacto, la sensación de estar frente a una obra monumental es la misma. Creo que hubo un buen trabajo de guión a la hora de darle continuidad a las tramas y a los personajes, algo que es poco usual en segundas partes.
La duración ronda casi las 3 horas porque Villeneuve ama llevarnos por el desierto, por esas batallas apoteósicas y dilatar ciertos momentos. Si en la primera, los aspectos de realización eran impresionantes, aquí continúan siendo el ingrediente clave, lo jugoso. Repite el maestro Hanz Zimer en la BSO y en la fotografía Greig Fraser.
Villeneuve es el director de ciencia ficción que lo mismo rueda una historia filosófica y humanista como Arrival, que vuelve sobre lo culto en Blade Runner 2049, que esta epopeya. Se quedarán en la memoria las escenas de los grandes gusanos o las imágenes del sol negro en Giedi Prime. Con 627 millones de dólares recaudados, ‘Dune: Parte dos’ es por el momento la película más taquillera del año.
A la del 2021 se le cuestionó la falta de emotividad, drama y sentimentalismo por parte de la pareja principal, en ese momento no había necesidad de explorar ese arco dramático. En Dune 2 ya vemos una relación más intensa entre Paul y Chani, llegan nuevos personajes y Jessica sufre una transformación interesantísima.
Timothée Chalamet y Zendaya, continúan en sus mismos roles, con esa frialdad que los caracteriza y esa capacidad de no transmitir nada en ningún momento. Disfruto que Rebecca Ferguson aparezca más en pantalla, es una actriz que necesito ver más. Javier Bardem innecesario. Se incorpora Austin Butler, irreconocible, da miedo, espanta con esa caracterización, un gran villano. Florence Pugh tiene prácticamente un cameo, una pena.
A la espera de Part Three, Denis Villeneuve comprende el significado de cine comercial con respeto y buen ojo, ojalá otros lo tomarán como ejemplo, ojalá todas las del género fueran como Dune 2.