Expiación
Hoy vengo a platicarles de una película que, por su manera de ser contada, la elección de su reparto y la excelente fotografía que tiene me ha causado un impacto que no esperaba. Se trata de Expiación (2007), dirigida por Joe Wright, protagonizada por James McAvoy, Keira Knightley y Saoirse Ronan.
Esta película fue nominada a 7 premios Óscar y, aunque sólo consiguió ganar uno, no le faltan razones para también haber ganado un par de Globos de Oro, un par de BFTA’s y algún otro premio más.
Y es que en este filme cabe de todo. Una historia romántica entre dos jóvenes, Cecilia (Keira Knightley) y Robbie (James McAvoy), de clases distintas que sueñan con ir a vivir a una casa junto al lago, olvidarse del mundo y ser felices por siempre. La inocencia de una niña, Briony Tallis (Saoirse Ronan), cuya curiosidad y lo celos por el romance de su hermana mayor la llevan a cometer una imprudencia que le da un giro radical a la historia; lo que nos lleva a situarnos en la Segunda Guerra Mundial, aunque no desde las perspectivas a las que nos tiene acostumbrados el cine, pues en ella no veremos ni a los alemanes nazis, ni a los norteamericanos pretendiendo ser los héroes de todo; sino a los ingleses y franceses como participes del horror de las batallas, particularmente la operación militar de Dunkerque.
Una de las cosas que más llaman la atención en Expiación es que no está narrada de manera totalmente lineal, sino que va dando saltos en el tiempo que van apoyando la visión de un mismo hecho desde diferentes perspectivas y procurando dar todas las explicaciones necesarias a los acontecimientos y misterios que llega a esconder. Esto puede resultar un poco extraño e incómodo en un principio, pero se vuelve clave a la hora de desenvolver el final que resulta impactante, aunque no sorpresivo.
También cuenta con una ejecución cinematográfica bastante cuidada, de la que resaltan particularmente su banda sonora, romántica y dramática al mismo tiempo y, lo que a mí más me gustó: su fotografía. Como muestra de lo que hablo, relataré que tiene unos planos tremendos en los que lo mismo se deja ver la diferencia de clases que el horror de la guerra casi sin balazos ni cañonazos. No hay combates pero sí el mal sabor de muertes que no son entrañables ni melancólicas pero sí muy crueles. De forma muy específica llama mi atención el momento en que el personaje interpretado por James McAvoy se encuentra en medio de la maleza con un grupo de niñas asesinadas, que se va abriendo poco a poco en la pantalla consiguiendo un efecto que por su crudeza y fuerza eriza la piel.
Además tiene un plano secuencia que va siguiendo a Robbie (McAvoy) por una playa atiborrada de los restos de una guerra: la destrucción, los soldados heridos y ansiosos de volver a casa, el hambre, la suciedad, las armas. Todo en un segundo plano que no quieres voltear a ver pero no deja llamar la atención y obliga a presenciar cada detalle.
Expiación, además, está basada en el novela homónima del inglés Ian McEwan, se encuentra en algunas plataformas de Streaming y vale la pena verla si te gustan las historias de amor, las películas de guerra y que jueguen un poco con tu percepción del tiempo y de paso con tus sentimientos.