Adam Sandler es uno de esos nombres que suelen dividir a los cinéfilos. Hay quienes lo ven como un gran comediante y otros tantos que califican su éxito como un triunfo del mal gusto y la risa poco inteligente. La filmografía de Sandler es irregular e incluye algunos títulos como las insoportables Jack y su Gemela, Sígueme el Rollo o Desmadre de Padre, todas ellas fuertes candidatas a ser incluidas en la lista de las peores películas de todos los tiempos.
Por otro lado, Sandler también ha protagonizado títulos donde ha demostrado que detrás del bufón hay un actor con otras dimensiones. En este segundo grupo destacan la melancólica Embriagado de Amor de Paul Thomas Anderson y la excelente Diamantes en Bruto de los hermanos Safdie. En ambas cintas, Sandler interpreta a un hombre aparentemente condenado al fracaso, que parece estar seguro de su propia mediocridad pero que, por alguna razón, alimenta la búsqueda para revertir su situación.
Estas características vuelven a estar presentes en Garra, en la que Sandler interpreta a un reclutador de talento para un equipo de baloncesto de la NBA. Stanley Sugarman, el personaje de Sandler, trabaja visitando potenciales atletas a lo largo del mundo, pasa la gran parte de su vida en habitaciones de hoteles y parece estar autodestruyéndose con una estricta dieta llena de comida chatarra. La única pasión en la vida de Sugarman es el basketball, ni siquiera su familia logra emocionarlo como lo hace un lanzamiento de 3 puntos al estilo de Michael Jordan.
La trama de Garra y la misión de Sugarman encuentran sentido cuando aparece Bo Cruz (interpretado por el basquetbolista profesional Juancho Hernangomez). Un joven español de 22 años, que usa botines en vez de zapatillas cuando se apodera de la cancha y que tiene un innegable talento para el deporte de la cesta. Sugarman y Bo formaran una relación de mentor y protegido, repitiendo la formula de Mickey Goldmill y Rocky Balboa en la cinta protagonizada por Silvester Stallone y Burgess Meredith en 1976.
De hecho, Rocky es el gran referente de Garra, una película que se sustenta en la preparación física para alcanzar el éxito, que utiliza el deporte como mecanismo de redención y donde el destino parece estar empecinado a jugar con todo en contra. A pesar de lo predecible del guion, la cinta logra mantener la emoción que la historia requiere y consigue darle matices a sus personajes, particularmente al Sugarman de Sandler, quien consigue una lograda actuación en la línea de Will Smith en El Método Williams o Ben Affleck en El Camino de Regreso.
Los aficionados de la NBA entenderán las muchas referencias al basketball que tiene el guion y la película (producida por Lebron James), además, incluye cameos de una larga lista de nombres importantes de ese deporte en Estados Unidos. Garra es una película que supera, de lejos, el promedio de la filmografía de Adam Sandler y que tiene un espíritu moderno, interesante y entretenido.
