En esta entrada encontrarás algunos *Spoilers* de Halloween: El final.
Es el final de esta trilogía dirigida por David Gordon Green y producida por Blumhouse, pero seguramente -y lamentablemente- no será el final de estos personajes ya que sus derechos han sido otorgados a un nuevo productor.
Pero esta trilogía, que es la continuación directa de Halloween (1978), tiene su fin aquí. Y se termina de la peor manera en la que pudo terminar.
Primero que todo, no es Halloween. La esencia que a pesar de todo impregnó a las dos primeras películas está totalmente perdida aquí. Guarda algunos elementos, pero el ADN de la historia no sale a relucir. Michael Myers no es un monstruo invencible, no es el mal personificado. Michael Myers muere y esto va en contra de absolutamente todo lo que se quiso demostrar al presentarnos a este personaje por primera vez.
Si alguien debía desaparecer del cuadro es Laurie Strode. La final girl durante décadas que finalmente sucumbe al mal, que como bien dice “el mal no muere, solo cambia de forma”, pero el mal en este caso, no puede verse muerto, puede cambiar de forma, como incluso lo hizo en gran parte de la película, donde el protagonismo lo tuvo un chico que parecía haber sido empujado por la sociedad a convertirse en una suerte de discípulo de Michael, pero verse derrotado por completo, no.
La película comienza con un niñero quien accidentalmente acaba con la vida del niño a quien cuidaba. La comunidad no se lo perdona y se convierte en un marginado social y en la burla de Haddonfield. Michael Myers, quien tenía años escondido, es encontrado, también por accidente, por este joven y se desarrolla una relación entre ambos, siendo el joven ahora la nueva cara del mal, quien viene a acabar de una vez por todas con Laurie Strode.
La verdad es que el plot no está tan mal, pero es demasiado ambicioso. Y pareciera, que una vez más, como si nadie entendiera de qué se trata verdaderamente la Halloween original. El hecho de acabar con Michael es la prueba de la incomprensión y el irrespeto total a dicho personaje y a dicha obra. Las actuaciones son débiles, el guión es soso, Jamie Lee Curtis es aburrida y deja quitarse el rol protagónico muy fácilmente, como si ya ella misma no quisiera formar parte de este sin fin de películas. La edición no está bien hecha, la melodía original es lo que salva algunos segundos de la película pero incluso la mezcla que hacen es terrible. En fin.
Halloween: El final termina, Michael muere, pero esta no será la última vez que se burlan del personaje, ni que lo reviven. Hay Halloween para rato, siempre y cuando haya dinero, porque la creatividad para envolver esta historia se queda cada vez más corta, pero el dinero nunca.
