Nunca digas su nombre
Hoy regreso con el miedo que acecha nuestras salas de cine desde el 5 de mayo de 2017, esta película consigue con muy poco sumergirte en el terror psicológico, consiguiendo que salgas de la sala con una idea bien clara, “Nunca digas su nombre”.
En la dirección encontramos a la estadounidense Stacy Title, un nombre que poco suena en esta industria, aunque ya dejó algún destello de terror con “El diablo viste de negro” (1999), y que sin lugar a dudas, con la cinta de hoy consigue hacerse un hueco en el género.
Centrándonos en el terror en el cine actual, nos encontramos en una etapa a contrapié, ya que encontramos muchas historias comerciales con el único fin de sacar dinero. Sobre el film de hoy y su historia sobre “Bye Bye Man” (titulo en Estados Unidos), aplaudir que no se trate de una producción más, sin nada que aportar, ya que el contenido que muestra en los 96 minutos de metraje, consigue atraparte en la silla con ese sentimiento de angustia. Te hace recordar el titulo en todo momento, haciendote sentir que lo mejor es que los personajes de esta historia, no repitan las palabras mágicas.
Para darle más sentido a todo esto, centrándonos ya de pleno en el argumento, la historia se centra en tres estudiantes universitarios que deciden mudarse a una casa a las afueras del campus.
El problema, como suele pasar en este tipo de películas, es que la casa lleva unos suplementos inesperados, encontrando todo tipo de muebles de los antiguos propietarios, destacando una mesilla, en la que como si de a fuego se encontrase escrito, hay repetidas veces la frase “no lo digas no, no lo pienses” con el nombre de “Bye Bye Man” (Doug Jones).
A partir de que hayas oído o dicho este nombre empieza el verdadero argumento de terror de la cinta, esta aparición demoniaca por definirlo de alguna manera, conseguirá meterse en la mente de Elliot (Douglas Smith), Sasha (Cressida Bonas) y John (Lucien Laviscount).
Nuestros protagonistas sufrirán un tormento de imágenes irreales mezcladas con la realidad, siempre buscando la desesperación en ellos. De tal manera que les llevará a realizar acciones de las que siempre se encontrarán expuestos, comenzando así un juego por sus vidas que va entre no propagar el nombre a más personas y la propia supervivencia.
Haciendo una reseña aparte sobre “Bye Bye Man”, hablamos del peculiar actor estadounidense Doug Jones, muy conocido por sus papeles inhumanos (como Abraham Sapien en la conocida “Hellboy” o el de Pinhead en “Hellraiser”), mostrando siempre grandes caracterizaciones ligadas al mundo de lo desconocido. En la historia de hoy, jugará un papel de secundario, haciendo daño entre las sombras y recobrando toda la fuerza que este personaje necesita en los minutos finales de la película.
Para aquellos amantes del susto fácil a través de los cambios de plano rápido, esta cinta no va por ahí, ya que salvo pequeños saltos, lo que verdaderamente busca es que te sientas incomodo en la butaca, que en todo momento no quieras escuchar su nombre y que por supuesto, los giros que permiten esa realidad paralela que se crea en la mente de los personajes, te acaben aterrado.