Robot Dreams
Una vez más me alegra comprobar que, sin importar lo mucho que avance la tecnología, en materia de animación, el 2D sigue defendiendo su lugar y continua regalándonos grandes historias que no dejan de verse preciosas en la pantalla. Y es que hoy vengo a hablarles de la nominada al Oscar 2024 a mejor largometraje de animación: Robot Dreams (2023), dirigida por Pablo Berger.
En esta historia podremos ver a un Perro que vive en Manhattan, cansado de su vida solitaria, decide comprar un Robot de compañía que rápidamente se convierte en su mejor amigo (quizá algo más que eso) y comienzan a explorar lo bello de la vida juntos. Después de una tarde de diversión en la playa, el Robot termina varado en la arena y, ante la imposibilidad de sacarlo de ahí, el Perro se ve orillado a dejar a su amigo. El Perro de vuelta en su soledad, el Robot en su abandono, ambos tendrán que enfrentarse a la vida por separado esperando el momento de reencontrarse.
Es imposible no destacar lo linda y agradable que se ve la animación, sin más parafernalia, simple pero, eso sí, llena de pequeños y bellos detalles que van rellenando la historia sin dejar huecos en ningún punto. Lo cuida todo.
El ser una película silente, abre el espacio para una gran cantidad de interpretaciones, sobre todo respecto a la verdadera relación entre el Perro y el Robot, que captan todo el interés. Para mí, más que otra cosa, vemos la superación de un duelo por la perdida de un ser querido o el fin de una relación. Cada cual lo ve y lo vive a su manera y me parece que es lo que más destaca.
Además, es una historia ambientada en los 80’s, por si faltaba algo más de melancolía. La musicalización muy acorde a su época narrativa, es tan genial y está tan bien insertada en cada parte que de verdad emociona mucho.
Y, porque las emociones que Robot Dreams nos tiene preparadas no terminan en una excelente historia y una impecable animación, además está adornada con más de una referencias a otras grandes películas y es un gusto enorme irlas encontrando en forma de dibujo; logrando así tocar más de un genero cinematográfico.
Lo que más me gustó, sin duda, es el final, pues deja una dura lección de vida de forma clara y directa, que permite la reflexión y abre varios cuestionamientos sobre la forma en la que manejamos nuestros sentimientos y emociones y también sobre la manera en que vemos la vida.
A pesar de que me gustó y disfruté mucho Robot Dreams, realmente veo difícil que se lleve el premio, pues no podemos dejar de recordar que está en la terna con “El Chico y la Garza” de Hayao Miyazaki y con “Spider-Man: Cruzando el Multiverso” de Marvel y se pone la cosa muy difícil, pero vaya que se merece su nominación.