David F. Sandberg regresa con el personaje de Shazam en una patética secuela titulada Fury of the Gods o Shazam! La furia de los dioses.
Billy Batson y sus compañeros adoptados han recibido los poderes de los dioses pero aún están aprendiendo a compaginar sus vidas de adolescentes con sus alter-egos superheróicos. Pero cuando las Hijas de Atlas, un vengativo trío de antiguos dioses, llegan a la Tierra en busca de la magia que les robaron hace mucho tiempo, Billy -alias Shazam- y su familia se ven envueltos en una batalla por sus superpoderes, sus vidas y el destino de su mundo.
La anterior era espantosa, ahora se repite el mismo cáncer a lo largo de dos horas. Con una desastrosa recaudación en taquilla de $123.003.000, con todo un chisme relacionado con Black Adam, entramos en un declive de DC que ha sido anunciado 14 películas atrás.
Shazam como personaje siempre fue de los peores, sin carisma, sin gracia, sin personalidad, vamos que esto ni para niños. Todo en el guión siempre ha sido tonto, como si una IA escribiera el libreto.
Shazam! La furia de los dioses como cualquier secuela que se precie, copia todo de la primera e intenta darle más espectacularidad a las escenas de acción. Desastrosos los efectos, el CGI, la escena del puente, los dragones, los hechizos, un despropósito monumental. No le encuentro sentido a continuar filmando estos bodrios, a comprar una entrada para verla en cine, perder tiempo de tu vida en algo tan mediocre.
Zachary Levi merece por lo menos un reboot, aquí el más culpable es el director de casting que lo eligió. Se integran las veteranas Helen Mirren y Lucy Liu, solo justifico que alguien como Mirren esté haciendo este papelazo por un cheque de muchos ceros. Lo de Rachel Zegler es inhumano.
Superándose con un cameo polémico y dos escenas post créditos Shazam! La furia de los dioses es de las peores cosas de DC, y decir esto es complejo ya que la compañía no tiene casi ningún título notable.
