Sucker Punch

Escrita y dirigida por el estadounidense Zack Snyder (también dirigió El hombre de acero, 300, Amanecer de los muertos, entre otras), Sucker Punch (2011) cuenta la historia de Babydoll (Emily Browning) quien tras la muerte de su madre es recluida por su padrastro en un hospital psiquiátrico. Para intentar huir de su terrible realidad, la chica crea un mundo alterno, convirtiendo en su mente al hospital en un burdel en el que encontrará más razones para querer escapar; es entonces cuando su imaginación sube a otro nivel entrando en una especie de videojuego imaginario en el que deberá cumplir determinadas misiones para salvar su vida y la de sus amigas.

Así la película trascurre en tres planos diferentes pero enlazados entre sí, la realidad en el psiquiátrico, la imaginación de la protagonista en el burdel y la fantasía en diferentes batallas y misiones que asemejan a un juego de vídeo; donde, por supuesto, todo se vale y todo es posible, incluso la muerte.

El film ha sido duramente calificado por la crítica, pues a pesar de estar cargado de fantasía los tonos eróticos que denotan la imagen de guerreras en minifalda que son tratadas como un objeto sexual en un burdel han mermado su intención prestándose a malinterpretaciones, centrando la atención del público en un tema que, aunque aparece de manera implícita en la trama, no es el eje central de la historia. Aunque es cierto que el cambio entre mundos tan diferentes, las batallas fantásticas y la fuerza de las chicas, tienden a caer en lo exagerado, aun tratándose de un guion fantástico.

Más allá de la opinión de los críticos de cine, la película tiene varios aciertos que la hacen merecer un domingo de palomitas, las actrices protagónicas: Abbie Cornish, Jena Malone, Vanessa Hudgens, Jamie Chung, Carla Gugino cumplen con su papel y lucen muy bien en pantalla, las transiciones entre los planos de imaginación están bien logrados y en armonía con la música.

Y, precisamente, es necesario dedicarle mayor atención a la música de esta cinta, el soundtrack es excelente y podría decirse que es lo que sostiene la historia, pues es capaz de sumergir al espectador en cada plano de conciencia que se presenta. Aunque las canciones fueron grabas especialmente para la película por su banda sonora, casi todas son versiones de temas de Alison Mosshart, Björk, Queen, o Skunk Anansie. La música funciona tan bien que por momentos da la sensación de ser un musical muy al estilo de Moulin Rouge de Baz Luhrmann.